24 de diciembre de 2016

Angoulême 2017


Como el año pasado, aprovechamos la tertulia de enero para conocer obras destacadas en el Festival Internacional de Cómic de Angoulême.
En este caso, hemos elegido dos relatos que formaron parte de la Selección Oficial 2015, aquellos cómics con posiblidades de lograr alguno de los premios principales: la Fauve d'Or al mejor álbum y las tres Fauve d'Angoulême (Premio Especial del Jurado, Premio a la mejor serie y Premio Revelación).



Javier de Isusi, He visto ballenas (2014)
También nominada a la mejor obra española en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2015

La reseña oficial de Angoulême sobre la primera obra individual en la que de Isusi se aleja del mundo de Juan Sin Tierra describe He visto ballenas como
"Una delicada reflexión sobre la violencia. Esta ficción se inspira en una historia real alrededor de los atentados de ETA y los GAL. Sin maniqueísmos, el autor inicia un diálogo entre enemigos y se pregunta con sensibilidad sobre los actores y las causas del conflicto que tanto daño ha hecho al País Vasco".
Más allá del contexto concreto en que se sitúa la acción, este cómic es una apuesta por el potencial del acercamiento entre seres individuales ("Pero se llegó a... encontrar con él, ¿entiendes? No como amigos... simplemente dos personas") para superar las presiones ("Todo por el puto qué dirán") e imposiciones de cualquier grupo basado en ideales supuestamente más valiosos que sus propios miembros.
Aquí, el perdón es sinónimo de reconocimiento del otro, y todos los protagonistas (Antón, Josu, Emmanuel, Icíar, Aritz y Maialen) se ven obligados a construir su futuro eligiendo cómo van a relacionarse con los demás.
Infame&Co publicó una entrevista imprescindible, donde el autor explica las claves de su obra.

Jillian Tamaki y Mariko Tamaki, Aquel verano (2014)
Premio Eisner a la mejor novela gráfica 2015

Para la organización de Angoulême, esta obra "vuelve a ese momento especial de la transición entre la infancia y la edad adulta. Las primas Tamaki innovan en la estructura y la construcción de la historia, unen manga y cómic europeo y, sin caer en las trampas del sentimentalismo y los lugares comunes, construyen un relato sólido y universal".
La adolescencia tiene algo que ver con las películas de terror de los años 80 que Rose y Windy descubren, con miedo y fascinación al mismo tiempo, en aquel verano en Awago Beach.
Y es que durante esos años se acumulan tantos sentimientos intensos (enamoramiento, decepción, amistad, identificación, desencuentro, conflictos familiares, cariño, enfado...) y se producen cambios tan rápidamente (como la escena en que las dos amigas pasan en pocas páginas de la fealdad de un pueblo destartalado a descubrir la belleza de un ciervo que les conduce a un vertedero, continúa con la alegría de un chapuzón y termina en el frío de un adiós inesperado) que la única salida parece ser esconderse debajo de una manta o sumergirse en el silencio y la soledad del agua del lago.

Algunas declaraciones de las autoras:

Mariko: Aquel verano está inspirado en los recuerdos que tengo de mi vida en el campo cuando era niña, pero no es un relato autobiográfico.
Me influyen mucho escritores, como Margaret Atwood y Alice Munro. Ninguno escribe novelas de formación, pero todos cuentan historias sobre la familia, las relaciones y la pérdida. Se trata de obras muy complejas, con finales abiertos. Nunca sentí, mientras leía sus libros, que se tratase de historias creadas por alguien; sonaban "reales" para mí.

(Sobre la colaboración entre ambas)
Jillian: [Mariko] escribe los diálogos como una obra de teatro y yo hago un boceto de todo el libro. Hay un montón de viajes de ida y vuelta antes de enseñarle algo a nuestro editor.
Mariko: Uno de los errores más comunes es creer que dibujo y palabras son cosas diferentes. Trabajamos de manera muy interconectada (...) El objetivo es crear algo que se perciba como una sola historia, no como un relato contado dos veces.

Jillian: Nunca me he sentido empujada a hacer hincapié en la diversidad. Creo que Windy crecerá y será lesbiana; es parte de su carácter, pero no algo que tengamos que abordar. Prefiero únicamente presentarlo, sin dar un ejemplo positivo de "diversidad". No me interesa hacer algo tan pedante.
Hemos tenido mucha suerte, porque nuestros editores nunca nos han dicho que sería genial si una protagonista "pudiera ser étnicamente más ambigua" o "más atractiva o flaca".
Mariko: Mi objetivo era (...) explorar ese extraño límite entre los doce y los quince años (dependiendo de quién y de donde eres) en que "las cosas adultas" -palabras, conflictos y responsabilidades- forman cada vez más parte de tu mundo.

(Sobre el color azul / morado)
Jillian: Al principio, solo pensé que se vería bien. Mucho manga vintage se imprime en ese color y queda impresionante. También es apropiado porque lo tiñe todo de una forma ligera e inesperada y no sugiere asociaciones tan fuertes como el sepia o el rosa. Era un color que parecía neutro pero que provoca una reacción emocional diferente.

14 de diciembre de 2016

Novedades Cómic noviembre-diciembre 2016

Basura
Basura, de Derf Backderf. Astiberri,  2016. Cada semana amontonamos nuestra basura delante de la puerta y desaparece... ¡por arte de magia! La realidad es muy distinta, por supuesto. Basura, la obra de Derf Backderf que sigue a su obra de referencia, Mi amigo Dahmer (Astiberri, 2014), la historia del asesino en serie conocido como El carnicero de Milwaukee, es una oda al trabajo más sucio de todos: basurero. Cualquiera que se haya visto alguna vez atrapado en un trabajo deprimente se sentirá identificado con esta historia.
Basura sigue las estridentes peripecias de tres amigos de veintitantos años que limpian las calles de montones de malolientes detritus, al mismo tiempo que sufren a los insoportables burócratas de una ciudad pequeña, sus extravagantes vecinos, el asfixiante calor del verano y las gélidas tormentas de invierno. Basura es una ficción, pero está inspirada en las propias experiencias de Derf como basurero.
Entrelazadas con esta epopeya cómica de cubos apestosos y bolsas que explotan, se encuentran páginas de no ficción que detallan cuáles son nuestros desechos y a dónde van. La realidad es asombrosa. Así que suban al camión de la basura llamado Betty y emprendan con Derf un viaje al mundo secreto e inmenso de los desperdicios. (Reseña de la editorial)

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Cita en Phoenix, de Tony Sandoval. Dibbuks, 2016. Tony Sandoval nació en el noroeste de México y, como muchos compatriotas, sus sueños se encontraban más allá de la frontera. Cita en Phoenix es un relato autobiográfico donde el autor nos cuenta el estremecedor viaje en el que se embarcó para cruzar de forma ilegal la frontera estadounidense. Con un rotulador, algo de dinero y muchas esperanzas, dejó atrás su patria para buscar el gran sueño americano. Pero lo que de forma ingenua e idealista pensó que sería algo rápido y sencillo, se tornó en una pesadilla que parecía no tener fin.
Tony Sandoval nos proporciona una visión personal de los padecimientos por los que pasan los ilegales en su viaje hacia una vida mejor.(Reseña de la editorial)
Viñeta Agustín
Cartas desde Argel, de Agustín Ferrer Casas. Serendipia, 2016. Dennise Raynaud vuelve a Argel después de casi cincuenta años. Espera recuperar una parte del pasado que dejó atrás con amargura. Como muchos otros colonos, empujados por la independencia de Argelia en 1962, la familia Raynaud abandonó la colonia rumbo a Francia. Pero el feliz reencuentro que ansiaba Dennise pronto es engullido por los acontecimientos qu suceden en el Norte de África.(Reseña de la editorial)

Aquel verano

Aquel verano, de Mariko y Jilliam Tamaki. La Cúpula, 2014. Rose y sus padres han veraneado en Awago Beach desde que ella era una niña. Es su escapada anual, su refugio. Su amiga Windy también está allí siempre, la hermana pequeña que nunca tuvo, completando su familia de verano.
Pero este verano es diferente.
La madre de Rose y su padre no dejan de discutir, y Rose y Windy se han visto envueltas en una tragedia que se cierne sobre el pequeño pueblo costero. Es un verano de secretos y angustias, pero al menos se tienen la una a la otra.
En Aquel verano, las primas Mariko y Jillian Tamaki, autoras de la galardonada Skim (Ediciones La Cúpula), redefinen la novela gráfica adolescente. Espléndida, desgarradora y en última instancia un soplo de esperanza, esta obra es una mirada vibrante a la juventud y la madurez. (Reseña de la editorial)


Saga Libro 6, de Brian K. Vaugham. Planeta DeAgostini, 2016 En Saga seguimos la historia de Alana y Marko, una pareja que encuentra el amor entre el caos de la guerra y forma una familia con el nacimiento de su hija. Su objetivo: dejar todo atrás, arriesgando todo lo que tienen en su vida para traer una nueva a este peligroso y antiguo universo. (Reseña de la editorial)

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Belleville Story, de Arnaud Malherbe y Vincent Perriot. Norma, 2014. Belleville Story es un thriller de acción ambientado en las populares calles del barrio parisino de Belleville. Su protagonista, un aprendiz de mafi oso recién salido de la cárcel llamado Freddy, recibe un encargo que degenerará en un problema: o se carga a un chino que no conoce de nada antes de que amanezca o los sicarios del Sr. Wang harán con él rollitos de primavera.
Arnaud Malherbe y Vincent Perriot retratan la parte más oscura y siniestra de uno de los barrios más populares de París. (Reseña de la editorial)
Glenn Gould. Una vida a contratiempo
Glenn Gould, una vida a contratiempo, de Sandrine Revel. Astiberri, 2016. Glenn Gould (1932-1982), genio de la música clásica, fascinó al mundo por su talento inaudito, la modernidad de sus interpretaciones y su extraña manera de tocar el piano, encorvado y tarareando con los ojos cerrados. Sandrine Revel recrea en viñetas la vida del pianista canadiense, tratando de comprender a la persona detrás del personaje, de acercarse a la vida interior de un genio solitario, frágil y atormentado, que afirmó en algún momento: “creía firmemente que todo el mundo compartía mi pasión por el cielo nublado. Me sorprendió mucho darme cuenta de que algunas personas preferían el sol”.
La autora francesa no enfoca su cómic como una biografía lineal, sino que hila el relato en tres tiempos: el presente, los recuerdos y la conciencia de Glenn Gould, creando un retrato-puzzle que busca descifrar el misterio que rodea al músico a través distintas épocas de su vida, los testimonios de quienes lo conocieron y sus propias declaraciones. “Lo que me fascina no son tanto sus excentricidades –apunta Revel– sino en qué modo se valía de ellas. Era un rebelde en un entorno clásico y muy codificado, un hombre libre. Tocaba de esa manera porque era así como mejor sentía la música”. Sandrine Revel recibió por Glenn Gould. Una vida a contratiempo el premio Artémisia 2016. (Reseña de la editorial)
Jane, el zorro & yo
Jane, el zorro y yo, de Isabelle Arsenault. Salamandra, 2016. Montreal, finales de los años ochenta del siglo pasado. Hélène es una muchacha de doce años que inexplicablemente ha sido dejada de lado por sus antiguas amigas, que ahora se divierten humillándola en público. El día a día de la protagonista es un infierno y su autoestima se resiente hasta el punto de que llega a asumir como ciertos los insultos recibidos. No quiere recurrir a la ayuda y comprensión de su madre, porque la vida de ésta no es mucho mejor: siempre al borde del colapso por agotamiento, mantiene ella sola a Hélène y sus dos hermanos. El único consuelo de Hélène es la lectura de Jane Eyre, la novela de Charlotte Brontë, con cuya desgraciada protagonista se siente identificada.
Jane, el zorro & yo es una novela gráfica en la que se abordan temas como el paso de la infancia a la edad adulta, el acoso escolar, los problemas derivados de la baja autoestima y la capacidad del arte en general y la literatura en particular para convertirse en tablas de salvación. (Reseña de la editorial)

El bebé verde: infancia, transexualidad y héroes del pop, de Roberta Marrero. Lunwerg, 2016. No nací hombre ni mujer. Nací bebé. Necesito tiempo para saber quién soy.”

Así empieza la autobiografía ilustrada de Roberta Marrero: la historia real de una niña que nace en el cuerpo de un niño y de su camino hacia el autodescubrimiento y la afirmación de su propia identidad.

Desde la infancia hasta la adolescencia vamos conociendo el mundo interior de este personaje “extraterrestre”, el bebé verde, que crece viendo negada constantemente su propia imagen, su alma, su personalidad, su yo más auténtico. ¿Cómo se sobrevive en un entorno tan hostil? No olvidando que “siempre tienes que ser tú misma, no importa el precio. Es la forma más alta de moralidad”.

Una historia real salpicada del universo visual y gráfico de una artista rompedora y original, que ha sabido afirmarse como nadie más allá de las fronteras españolas.  (Reseña de la editorial)
Escapar. Historia de un rehén
Escapar, de Guy Delisle. Astiberri, 2016. “Ser rehén es peor que estar en la cárcel. En la cárcel, sabes por qué estás allí y en qué fecha saldrás. Cuando eres rehén, ni siquiera tienes esas referencias. No tienes nada”, asegura Christophe André, miembro de una ONG médica en la región del Cáucaso y secuestrado durante su primera misión humanitaria en 1997. Así da comienzo un cautiverio que no sabe cuándo terminará ni siquiera si saldrá vivo.
Tras numerosos encuentros con él, Guy Delisle decide contar su historia. Un testimonio desgarrador, angustioso y, a veces, impredecible, en el que cada viñeta muestra las dudas y la larga espera de un hombre cuya vida puede interrumpirse en cualquier momento. El autor de Pyongyang, Shenzhen, Crónicas birmanas y Crónicas de Jerusalén consigue poner en imágenes de una gran sutileza la historia y peripecias de un rehén en Chechenia.
Christophe André pasará en total 111 días en manos de sus secuestradores. El lector asiste a las reflexiones y a los altibajos en el estado de ánimo de un hombre sometido a un suspense continuo, a pesar de que su vida cotidiana se reduce a estar esposado en una pequeña habitación: unos rayos de sol que se cuelan a través de las planchas que tapian su única ventana constituyen su escaso contacto con el exterior. (Reseña de la editorial)
Nathan Never: Agente Especial Alfa
Nathan Never: agente especial Alfa, de Claudio Castellini. Aleta, 2016. ¡Primera y mítica aventura de Nathan Never celebrando su 25 aniversario!
El recordante Eric Kleeman (dotado de un cerebro capaz de almacenar datos como un ordenador) ha escapado de Nathan Never, Agente Alfa. Kleeman ha almacenado un programa robado que permite a los androides violar las Leyes de la Robótica, capacitándolos para matar. Su misión, entregar el programa a Aristóteles Skotos, empresario sin escrúpulos.
El androide C-09, testigo del asesinato, y Nathan Never persiguen a Kleeman, que se encuentra en una nave repleta de androides modificados. Por si fuera poco, Nathan se topará con el hijo de Aristóteles, Kal Skotos, y su inseparable y mortal látigo monomolecular...
En junio de 1991 veía la luz el primer álbum de Nathan Never. La editorial italiana Sergio Bonelli Editore hacía historia creando su primer personaje de ciencia ficción, y miles de páginas después el universo del Agente Alfa no ha hecho más que crecer. Pero todo empezó aquí, en este álbum que Aleta recupera en una edición de lujo con portada nueva obra de Claudio Castellini, incluyendo comentarios y material gráfico nunca visto antes. (Reseña de la editorial)
Náufragos
Náufragos, de Laura Pérez y Pablo Monforte. Salamandra, 2016. Dos sitios y dos épocas diferentes: el Madrid de los ochenta, en plena ebullición, y la Barcelona de diez años más tarde, una ciudad igualmente vibrante. Náufragos recrea la relación entre Alejandra y Julio en este espacio urbano y poético donde se entrelazan los sueños, el amor y la incertidumbre. En él compartirán experiencias y reflexiones, pero las circunstancias laborales y familiares los irán separando, pese al empeño de ambos por negar la evidencia de que sus vidas ya han tomado rumbos diferentes. (Reseña de la editorial)
La grieta
La grieta, de Carlos Spottorno y Guillermo Abril. Astiberri, 2016. Después de tres años de trabajo que se inicia en diciembre de 2013, varias portadas, decenas de páginas publicadas en revistas y un World Press Photo, el fotógrafo Carlos Spottorno y el reportero Guillermo Abril se plantean darles otra forma narrativa a las 25.000 fotos y 15 cuadernos de notas completados, para contar lo que ocurre en las fronteras de la Unión Europea.
Por las páginas de La grieta toma cuerpo un encuentro con los subsaharianos del Gurugú, el rescate de una patera frente a las costas de Libia, el éxodo de los refugiados de los Balcanes, los tanques de la OTAN frente a Bielorrusia, y los bosques árticos donde reclutas finlandeses buscan sus límites, mientras refugiados afganos y cameruneses llegan con sus maletas desde Rusia en pleno invierno...
La grieta es el diario de campo de dos reporteros que recorren la frontera desde África hasta el Ártico, con el fin de desentrañar las causas y consecuencias de la crisis de identidad de Europa. Este trabajo de Spottorno y Abril se antoja una suerte de reportaje fotografiado, un ensayo gráfico con un trasfondo geopolítico muy actual. A medio camino entre el fotolibro y la novela gráfica, en tanto que utiliza elementos de la narrativa de esta última, el resultado es un relato que no está basado en hechos reales: son hechos reales. (Reseña de la editorial)



14 de noviembre de 2016

Craig Thompson

Adiós, Chunky Rice (1999)
Premio Harvey al autor revelación, 2000
Blankets (2003)
Tres Premios Harvey, dos Premios Eisner y dos Premios Ignatz, 2004
Premio del público a la mejor obra extranjera. Salón Internacional del Cómic de Barcelona, 2005
Habibi (2011)
Premio Eisner al mejor autor, 2012




Gracias a Blankets, Craig Thompson es, para los lectores ocasiones de cómic, una de las figuras más reconocibles de los primeros años del siglo XXI. De manera involuntaria, él y muchos otros autores (Ware, Clowes, Satrapi, Modan, Delisle, etc.) contribuyeron en esa época a generalizar la denominación de "novela gráfica" y a que este arte comenzase a ganar un cierto halo de respetabilidad cultural. Blankets, además, es una de las aportaciones paradigmáticas al género del slice of life, que se centra en narrar la vida cotidiana de sus protagonistas.
Para esta tertulia hemos seleccionado tres de las cinco obras del autor; dejamos fuera Cuaderno de viaje -un diario de dos meses de trayecto por Europa y Marruecos- y la más reciente, Almóndigas del espacio.
"Basta de lágrimas. Al menos mientras estemos juntos. Me conformaría con un cuento antes de dormir".
Adiós, Chunky Rice
Chunky y Dandel. Craig y Raina. Zam y Dodola. Las parejas que protagonizan cada cómic muestran pautas de relación similares. En las tres, el protagonista masculino es el autor, como reconoce en esta entrevista. En las tres, en grado diferente, aparece cómo siente al mismo tiempo atracción y culpa, o busca la intimidad y huye, o encuentra la felicidad con la persona a la que ama pero opta por la renuncia -dejar el hogar, quemar los apegos, automutilarse- en cumplimiento de algo que considera una obligación superior. Todas estas contradicciones vienen acompañadas por un claro malestar e inseguridad ante el propio cuerpo.
Tanto en las cuestiones que se tratan como en la estructura de la narración, los parelismos son múltiples. Por ejemplo, Thompson muestra con claridad el sufrimiento que generan el maltrato paterno o los abusos sexuales, la dinámica de la violencia entre iguales, la precariedad económica, los vínculos entre hermanos, las dificultades asociadas a crecer y madurar, la fuerza del primer amor y su confianza en el poder benéfico de la imaginación compartida. Se considera responsable por no ser capaz de proteger a quienes más quiere -a su hermano, a Dodola-, mientras cree que es la causa de su sufrimiento.
"Sigo creyendo en Dios y en la palabra de Jesús, pero (...)  la Biblia, las iglesias, los dogmas... están hechos solo para separar a los pueblos y las culturas".
Blankets
En los tres cómics está presente el mar, como símbolo de nuevas y desconocidas posibilidades ("Me encanta el mar porque es INFINITO", dice el capitán Chuck en Adiós, Chunky Rice), una oportunidad para otro comienzo, real o metafórico. La composición de las páginas, con cambios constantes en la disposición de las viñetas, define los distintos ritmos del relato y clarifica su significado. Las continuas vueltas al pasado aclaran el presente, mientras que todos los finales quedan abiertos.
Las historias introducidas en el relato transcurren en paralelo con la acción e incluso la determinan. Es interesante analizar qué argumentos clásicos aparecen: el mito de Orfeo habla de la pérdida de la amada, la renuncia al sexo y un reencuentro espiritual. Los relatos bíblicos son desvelados como herramienta de opresión y castigo, mientras que en las tradiciones islámicas Thompson encuentra más belleza y libertad para unir versiones distintas y, por tanto, menos dogmatismo.
"Ahora la serpiente ha sido asesinada, el pozo ha sido tapiado, reclamado y contenido, y negado a aquellos que lo necesitan. Otra forma de violencia infligida por el hombre".
Habibi
Esta evolución tiene mucho que ver con la de su autor, que va creciendo como sus obras: si en Adiós, Chunky Rice disfraza su biografía, preocupaciones y miedos, Blankets es una confesión directa y completa.
Habibi, una fábula llena de fábulas, demuestra su capacidad para generar y hacer legible una estructura compleja, además de permitirle ampliar la mirada más allá de sí mismo e introducir nuevas preocupaciones, como las desigualdades sociales y el deterioro del medio ambiente. En esta última obra, aboga por destacar los puntos comunes entre judaísmo, cristianismo e islamismo.

Seguro que en la tertulia debatiremos sobre estos temas, aquí solo esbozados, y muchos más. Entre todos los puntos de vista, es obligatorio escuchar al propio autor, como en estas entrevistas, especialmente interesantes: Entrecómics y Peonza (muy extensas, donde repasa toda su trayectoria) y Rtve (sobre Habibi).
Como curiosidad, podéis escuchar la banda sonora de Blankets.

19 de octubre de 2016

Autismo

María Gallardo y Miguel Gallardo, María y yo (2007)
Premi Nacional de Còmic de Catalunya 2008
Félix Fernández de Castro, María y yo (2010)
Premio a la mejor película basada en un cómic. Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2011
María Gallardo y Miguel Gallardo, María cumple 20 años (2015)

Miguel Gallardo presenta en María y yo y su continuación, María cumple 20 años, su propia experiencia y reflexiones en torno al autismo / los transtornos del espectro autista (TEA).
Quizá el tema principal de estas obras lo ocupen quienes no son / somos como María. Es decir, esas personas que forman lo que su padre denomina, con gran lucidez, "redes de cariño"; o las que, tras compartir algún momento con ella, recuerda perfectamente; incluso aquellas con las que solo se cruza y la miran.
Con la misma capacidad de observación y síntesis que le permite elaborar rápidos retratos para su hija, Gallardo muestra las reacciones de todas ellas y explica de qué forma le afectan como padre.
A la vez, propone una interpretación de la conducta de María que, sin idealizaciones, muestra cómo sus deseos y conductas no se alejan tanto, en el fondo, de las de los demás -todos sentimos la necesidad de anticipar, queremos recibir atención y nos enfadamos cuando nos obligan a esperar-. Los elementos que aparecen en ambos cómics -miradas, listas, dibujos, conversaciones, hábitos- nos recuerdan la importancia de los pequeños avances y la necesidad de modificar las escalas de valoración para adaptarlas a cada persona.
María cumple 20 años introduce un nuevo tema: la preocupación por el futuro y la exigencia de que, como sociedad, sepamos asegurar a quien lo requiere los apoyos materiales y afectivos correctos.
El documental traslada de forma fiel algunos textos y escenas del cómic original, además de profundizar en la vida diaria de sus protagonistas (entorno familiar, cuidadoras, educación). Incluye un breve apunte sobre la adaptación del estilo de dibujo de Miguel Gallardo, que inició su carrera como historietista underground (en revistas como El Víbora y Cairo) y ahora, además de publicar cómics (Un largo silencio), ejerce como portadista e ilustrador para medios de comunicación (The New Yorker, La Vanguardia).
El éxito de María y yo y el interés de su autor por sensibilizar sobre el autismo han generado productos en otros formatos, incluyendo dos cortos de animación: El viaje de María y Academia de especialistas.
Para terminar, aquí tenéis más enlaces relacionados con el tema de la tertulia:
  • Reseña sobre Turista accidental, el cómic más reciente de Miguel Gallardo, en Entrecomics.
  • Entrevista donde repasa su carrera e influencias, en gràffica.
  • Otra entrevista, centrada en María y yo, publicada en Guía del cómic.
  • Y una tercera conversación, que gira alrededor del papel de la ilustración, en ABC.

29 de septiembre de 2016

El arte

Juanjo Sáez, El arte: conversaciones imaginarias con mi madre (2006)
Santiago García y Javier Olivares, Las meninas (2014)
Premio a la Mejor Obra de autor español. Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2015
Premio Nacional de Cómic 2015
Pablo Auladell, El Paraíso perdido (2015)

La reflexión sobre el arte ha generado en los últimos años muchos cómics interesantes. Hemos escogido tres que ejemplifican diferentes acercamientos al tema: un diálogo con el lector, entremezclado con recuerdos personales, sobre el sentido de la creación artística; la adaptación de un poema narrativo del siglo XVII; un acercamiento a la vida e influencia de Velázquez que habla también sobre la estructura social de la época y la naturaleza del arte.

En El arte... Sáez aboga por la supremacía del sentir sobre la racionalización. Crear o contemplar una obra nos permite rememorar sensaciones, pero también modificar nuestra interpretación de los hechos y generar alternativas: "hay que desconfiar un poco de ella [la percepción], hay que intentar retocarla (...) para que nos muestre la salida que más nos guste y ser consciente de ello".
Reivindica el arte como parte importante de la vida cotidiana -por eso, critica con dureza la separación entre el artista/intelectual y el resto-, un camino para entenderla y darle sentido, encontrar consuelo y enfrentarse a la soledad.
Una nueva edición ampliada del cómic, aparecida diez años después de su publicación original, ha supuesto su vuelta a la actualidad pública, aunque por suerte ha sido una referencia permanente durante este tiempo. En esta conferencia (a partir del minuto 25) habla sobre la obra:


Las Meninas tiene puntos en común con el anterior. Si Juanjo Sáez hacía un recorrido por el arte contemporáneo, García y Olivares amplían la mirada hasta el Siglo de Oro y los pintores barrocos. La reflexión sobre la naturaleza y el para qué del arte se centra en este caso en la forma de concebirlo: ¿es un oficio, una profesión más?, ¿es una mercancía con la que hacer negocios y enriquecerse? o ¿solo es admisible el arte puro?
La pintura más conocida de Velázquez es el centro de un cómic que utiliza un amplio catálogo de recursos narrativos -estructuración de los contenidos, composición de textos o diferentes técnicas de dibujo-. Al construir una historia sobre su significado, nos invita a explorar el cuadro original con atención. Además, destaca la influencia que ha tenido en otros artistas de renombre que la tuvieron como fuente de inspiración o como un reto a superar.
¡Ojalá la exposición Dibujar Las Meninas llegue a las bibliotecas de Navarra, como ya han disfrutado en otras ciudades!


Cuatrocientos cincuenta años después, Auladell dota de personalidad propia, gracias a las imágenes, a su fiel adaptación de un clásico de la literatura inglesa. El imperfecto y vital Satanás sigue resultando más cercano al lector que las vengativas y poco humanas élites celestiales; su corporeidad, que Milton destaca a lo largo del poema, se traduce eficazmente en las imágenes de sus transformaciones en animales y sus cambios de tamaño, voluntarios o no.
Las emociones, expresadas a través de una gestualidad dramática, consiguen el mismo efecto que el poeta con sus versos. Destaca también la importancia que da a volar -los cielos son escenario principal de la obra y las aves un elemento permanente- como símbolo y señal de poder y libertad.
Un elemento añadido por el autor del cómic, de gran significado, es el paralelismo que establece entre dos momentos de la obra: Satanás viste a Belcebú ("el primero después de él") con la cabeza sangrante de un toro al que ha matado antes con su lanza; Dios, sin embargo, corona a su Hijo con la cabeza de un cordero inmaculado. Frente a las limpias ilustraciones de Gustave Doré, Auladell nos propone imágenes llenas de realidad.


24 de junio de 2016

Programación 2016-2017

Tras una reunión informativa en junio de 2007, la tertulia cómic de la Biblioteca Pamplona-Yamaguchi comenzó su programación anual en septiembre de ese mismo año. El curso 2016-2017 supone, por tanto, la décima edición de este espacio de encuentro para lectores de cómic.
Precisamente gracias a su presencia, ideas y propuestas, contamos durante los próximos meses con una de las mejores selecciones posibles, por su variedad, calidad media y contenido. Recuperamos clásicos (Blueberry), obras y creadores que forman parte de cualquier canon (Blankets, Jiro Taniguchi), otras reconocidas o premiadas (Las Meninas, María y yo, He visto ballenas) y novedades de autores consagrados (El olor de los muchachos voraces, Presas fáciles). Introducimos otros formatos de expresión artística (documental, libro ilustrado, anime, televisión). Nos acercamos a temas originales (viajes en el tiempo) o significativos que nos animan a compartir y enriquecer nuestra visión del mundo (género, realidad social). Y, sobre todo, disfrutamos en muy buena compañía.

5 de octubre de 2016. El arte
Santiago García y Javier Olivares. Las Meninas
Juanjo Sáez. El arte: conversaciones imaginarias con mi madre
Pablo Auladell. El Paraíso perdido

9 de noviembre de 2016. Autismo
Miguel Gallardo. María y yo
Miguel Gallardo. María cumple 20 años
Félix Fernández de Castro. María y yo

21 de diciembre de 2016. Craig Thompson
Craig Thompson. Blankets
Craig Thompson. Adiós, Chunky Rice
Craig Thompson. Habibi

11 de enero de 2017. Angoulême
Jillian y Mariko Tamaki. Aquel verano
Javier de Isusi. He visto ballenas


 8 de febrero de 2017. Viajes temporales
Daniel Clowes. Paciencia
Jason. Yo maté a Adolf Hitler
Mamoru Hosoda. La chica que saltaba a través del tiempo
Se sugiere, como complemento, ver El ministerio del tiempo.

15 de marzo de 2017. Género
Una. Una entre muchas
Peter Bagge. La mujer rebelde
Alfredo Gómez Cerdá. Oso tramposo

5 de abril de 2017. Western
J. M. Charlier y J. Giraud. Blueberry: El hombre de la estrella de plata
F. Peeters y L. H. Phang. El olor de los muchachos voraces



10 de mayo de 2017. Realidad social
Isaac Rosa y Cristina Bueno. Aquí vivió: historia de un desahucio
Miguelanxo Prado. Presas fáciles
Miguel Fuster. Miguel. 15 años en la calle

7 de junio de 2017. Manga: Jiro Taniguchi
Jiro Taniguchi. El viajero de la tundra
Hiromi Kawakami y Jiro Taniguchi. Los años dulces

31 de mayo de 2016

Grant Morrison

Grant Morrison construyó su propia visión de los dos superhéroes más conocidos de DC Comics resaltando las características que los convertían en iconos. Por eso, su Superman es sinónimo de luz, heroísmo inmaculado, poderes sin límites y una familia feliz. Mientras tanto, a Batman le tocan la oscuridad, la indefinición ética, el dolor y los traumas infantiles.

Grant Morrison, Frank Quitely y Jamie Grant, All-Star Superman (2006-2008)
Alberto Zamora

La literatura de superhéroes es una suerte de mitología moderna y Superman, al encarnar valores como los de justicia, equidad o el esfuerzo, es el centro de ella. Y es que, como dicen en la película de Tarantino, Kill Bill vol. 2, Superman es el único superhéroe que se disfraza para no tener poderes. Para ello elige a un personaje normal, a un trabajador cualquiera, a un tal Clark Kent. Al contrario, Batman, es el arquetipo de burgués caprichoso cuyos poderes emanan de los gadgets que se puede fabricar con su dinero. Batman vive rodeado de mujeres guapas, coches deportivos, asiste a fiestas lujosas: el sueño de todo capitalista. Superman es el héroe de las clases medias.
En los noventa, autores como Alan Moore y, en menor medida, Mark Millar habían puesto en crisis a los superhéroes, se cuestionaban su legitimidad en las sociedades modernas. Grant Morrison introdujó temáticas como: la física cuántica, el psicoanálisis o los viajes alucinógenos y supuso una revolución moderna en el mundo de los superhéroes. Llegó a tiempo, en una época en la que las sociedades occidentales estaban inmersas en una crisis que todavía perdura y que vuelve a legitimar su existencia. ¡Necesitamos superhéroes!.
Superman All-Star, Jesucristo Superstar, es una especie de pasión de Cristo en la que el héroe tiene que superar doce pruebas para al final enfrentarse a la muerte. Es un intento de acercar Dios al hombre, porque qué hay más humano que la muerte. En una entrevista para NewsoRama, Grant Morrison dice que él no veía a Superman como a un superhéroe o un personaje de ciencia ficción, sino como al ciudadano medio. Algo similar muestra Zack Snyder en sus dos últimas películas, en las que incide en la analogía de Superman con Jesucristo; en ellas, sin embargo, la naturaleza mesiánica del héroe lo aleja del hombre. En Superman All-Star, Morrison lo acerca. Otros autores se habían fijado solamente en la naturaleza de Dios del superhéroe, pero Grant Morrison se fija en lo que lo hace humano: sus expresiones faciales reflejan una serenidad que no se había visto en ningún cómic. Superman no juzga a los humanos, les ayuda a confiar en sí mismos. Esto queda recalcado en el prefacio, donde se señala como uno de los momentos claves del cómic la escena en la que Superman evita el suicidio de una chica.
Todos estos aspectos hacen de este cómic una de las obras más importantes en la literatura superheroica.


Grant Morrison y Dave McKean, Arkham Asylum. Una casa seria en una tierra seria (1989)
Jesús García

En Arkham Asylum, Morrison quiere hablarnos sobre los símbolos que rodean al hombre murciélago, qué esconden y qué muestran. ¿Hay una persona bajo la máscara? ¿O es solo un concepto destinado a desaparecer, como el Icaronycteris de las primeras páginas? La respuesta será diferente según quién la dé:
BATMAN: -Batman no tiene miedo de nada. Soy yo. Yo lo tengo. 
MÁSCARA NEGRA: -Quitémosle la máscara. Quiero ver su cara. 
JOKER: -(…) Esa es su cara.
Este es uno de los elementos más interesantes del cómic, junto al pequeño atisbo de metaficción, desarrollado pocos meses después en Animal Man, a cargo del Sombrerero Loco (“A veces creo que Arkham es una cabeza. Una cabeza enorme que sueña nuestra existencia”) y a la dualidad moral de todos los personajes, incluidos los supuestos héroes: Batman agrede a los indefensos Clayface y Espantapájaros; la psicoterapeuta Ruth Adams convierte a Dos Caras en un despojo indeciso y mata violentamente al Dr. Cavendish.
Morrison consigue mostrar a Batman como débil y fuerte al mismo tiempo, un personaje inteligente que aprovecha, en una jugada final desesperada, la dualidad de Harvey Dent y provoca el giro de guión de la historia -el enfermo consigue liberarse momentáneamente de su obsesión y se convierte en el auténtico salvador-.
Debe reconocerse también que hilvana con habilidad las historias de Wayne y Arkham, destacando sus puntos en común, como la muerte trágica de los padres que les otorga un mandato compartido: atajar el mal que procede de la locura. Quizá no funciona igual el vínculo que intenta establecer entre el murciélago (“El batir de unas alas perturba mi sueño”) y la locura de la madre.
¿Y el resto? Morrison es un guionista ambicioso, que suele llenar sus obras de (demasiadas) referencias y paralelismos. Aquí apenas las desarrolla en su intento de generar un ambiente que recuerde a la narrativa gótica. Por ejemplo, sitúa la acción en el April Fool’s Day anglosajón y el Día de los Inocentes latino; nombra fugazmente a Charlotte Corday (la asesina de Marat que anticipa el acto de la Dra. Adams); amalgama sin mucho sentido ocultismo, religión y psicoanálisis citando a Aleister Crowley, Jung y La rama dorada; sugiere misteriosas conexiones entre la tragedia familiar de Amadeus Arkham y el Joker (un naipe olvidado, los peces payaso).
También resulta fallido, por poco original y escaso desarrollo, el discurso pseudopsicológico (¡¿Batman derrumbado tras la asociación libre de cuatro palabras?!) y el que intenta trasponer las realidades y los términos (la locura que quizá esconde la “supercordura”, lo irracional racional, el desorden como “orden más elevado”, la sospecha de que lo externo al manicomio es el verdadero psiquiátrico…). Por el contrario, es una pena que no explore más una constante en la mitología de Batman: la identificación y dependencia mutua entre el héroe y sus villanos.
Entonces, ¿es Arkham Asylum un buen cómic o se trata de una obra sobrevalorada? Cada lector tendrá su respuesta, claro. Una cosa sí es cierta: aunque le penaliza la excesiva acumulación de elementos, supo romper con la visión política y pretendidamente realista de Batman que Frank Miller había impuesto en los ochenta, oponiendo una nueva interpretación más romántica y onírica.
Y, por supuesto, el intento no hubiese sido tan efectivo sin el papel fundamental de Dave McKean. Tanto Morrison como Neil Gaiman, otro guionista británico aficionado a mezclar géneros y referencias, le deben mucho.