19 de agosto de 2023

Medio ambiente

Philippe Squarzoni, Cambio de clima. Un ensayo gráfico (y autobiográfico) sobre el cambio climático (Saison brune, 2018)
Inès Léraud y Pierre Van Hove, Algas verdes. La historia prohibida (Les Algues vertes, l'histoire interdite, 2019)
Vivimos en un mundo ficticio. Una fantasía. Desconectada de la realidad. La prosperidad material que disfrutamos desde hace un par de siglos se ha erigido sobre una energía abundante y barata, sobre la acumulación de bienes de consumo y la destrucción de la naturaleza.
Al igual que el cine y la literatura, el cómic es utilizado habitualmente como soporte del género documental y el ensayo. Como muestra, hemos elegido dos obras recientes sobre el que quizá sea el principal problema que comparte toda la especie humana: nuestra influencia descontrolada sobre los ecosistemas y sus consecuencias sobre la población, generadoras de y agravadas por la desigualdad.
Son relatos complementarios, que eligen caminos algo diferentes pero igual de efectivos: Squarzoni opta por una visión más global y está presente de forma explícita en todo el relato; Léraud y Van Hove parten del caso concreto y son solo una voz periodística, sin rostro visible. Ambos recorren el mismo camino y llegan a las mismas conclusiones, entre las que se pueden destacar:
  • Los intereses empresariales, no limitados por o incluso en connivencia con parte del poder político, alimentan un modelo social, apoyado en determinada ideología, que promueve un crecimiento permanente (e insostenible) del consumo, devorador de recursos no renovables.
  • Como primer paso para  hacer posible la participación ciudadana efectiva en la toma de decisiones, los medios de comunicación, desde el compromiso social y la vocación educativa, pueden desempeñar un papel clave para llevar al debate público las estrategias opacas de quienes quieren seguir aumentado su riqueza a costa del resto de la población y del planeta.
  • La sensibilización y la denuncia ciudadana son imprescindibles como contrapeso de los grupos de presión privados ante las instituciones internacionales, la justicia y el mundo científico.
  • Ignorar la complejidad de los sistemas, una visión errónea de la ciencia como actividad que debe realizar predicciones sin matices ni margen de error o la creencia irracional en la omnipotencia humana y en la posibilidad de encontrar soluciones con efectos inmediatos ayudan a quienes desean deslegitimar, a pesar de todas las evidencias, el consenso sobre el cambio climático. También queda reflejada en Algas verdes la tan actual estrategia de culpabilizar o difamar a quien denuncia, con la intención de sembrar dudas sobre su discurso y atraer la atención hacia hechos no relacionados con el tema central.
  • Es urgente e imprescindible modificar la economía basada en las finanzas y la dinámica del mercado global -con circuitos de exportación e importación que empobrecen al Sur y enriquecen a unos pocos-.
Y por parte del Gobierno solo se consideraban válidas las propuestas que creaban PIB, dinero, crecimiento. Aunque para resolver el problema de las mareas verdes se tendría que haber hecho lo contrario, reducir la producción.
Pero también hay un vínculo íntimo entre el modelo económico actual y las cualidades individualistas y hedonistas de la sociedad de consumo. Estimulación de los deseos, ansia de rendimiento, productividad, consumismo... Las nociones de crecimiento, rentabilidad o rivalidad implican valores y posturas incompatibles con la moderación que requiere la preservación del clima.
Más allá de estas consideraciones sociopolíticas, los autores consiguen mostrar las consecuencias, tanto físicas como psicológicas, que sufren personas concretas, así como reflejar nuestros habituales debates internos: contradicciones entre toma de conciencia y conducta, el sentido y alcance de las decisiones individuales, la gestión de la angustia...


¿Qué pensáis? ¿Es eficaz la combinación de testimonios personales y científicos? ¿Consiguen exponer con claridad el gran número de datos que recogen en sus largas investigaciones y las complejas relaciones que se dan entre elementos?
En el caso de Cambio de clima, ¿el uso del relato autobiográfico y su reconocimiento del papel del arte a la hora de interpretar la realidad aportan valor y facilitan la implicación emocional?
¿Es todavía factible arreglar parcialmente las cosas o debemos aceptar que somos animales bastante irracionales que hemos metido demasiado la pata? ¿Aceptaremos el decrecimiento como alternativa realista o lo impondrá la situación?