Sea como sea, en esta tertulia nos acercamos a tres obras que han sabido utilizar a estos personajes en historias que superan el género de aventuras y permiten reflexionar sobre nuestra identidad cultural o las deficiencias del modelo social que hemos generado (algo que ya hizo el cómic mainstream en los años 60 y 80).
Alan Moore, Gene Ha y Zander Cannon, Top Ten (1999-2001)
Esta serie limitada -aunque ha dado lugar a varias secuelas y precuelas- recuerda inmediatamente a series como Hill Street Blues -con sus parejas de agentes de personalidades contrapuestas y la superación de la estructura procedimental con líneas argumentales abiertas en varios capítulos- y a otros cómics policíacos creados en los mismos años, como Powers y Gotham Central.
Llena de humor y pequeños detalles, cada lector conectará con elementos distintos de la obra: desde el genial enfrentamiento entre superratones y gatos que parodia las Secret Wars y los mecanismos editoriales que generan los crossovers (que todo parezca cambiar para seguir siendo igual) hasta la amarga crítica a los sidekicks o el encuentro entre dioses, mucho más cómico que el que Neil Gaiman planteaba en The Sandman.
Kurt Busiek y Brent Anderson, Astro City (1995- )
Nos trasladamos de Neópolis a Astro City, una ciudad para recuperar el encanto de los cómics clásicos de superhéroes -como ya hizo su guionista en Marvels-.
Además de acercaros a esta serie, ganadora de varios premios Eisner y Harvey, os recomendamos la entrevista a los autores recogida en Zona Negativa y las reseñas de Gerardo Vilches y nadaComercial.
Como dice Jero Piñeiro en el texto incluido en el volumen Astro City: Puertas abiertas, "la Astro City de Busiek es una gran urbe imaginaria, prima hermana de Metropolis, Gotham o la Nueva York de Marvel Comics, en la que alienígenas, viajeros temporales, entidades fantasmagóricas y justicieros sin poderes conviven con periodistas, estibadores, telefonistas y conductores de autobús. Cualquier individuo de la ciudad, humano o metahumano, es susceptible de protagonizar su propia historia, admitiendo tantas posibilidades dramáticas como el guionista se atreva a imaginar. Desde el slice of life de tintes costumbristas hasta la ciencia ficción galáctica más desbocada, Busiek aborda siempre estas narraciones a través del prisma emocional, haciendo especial hincapié en la descripción de personajes y logrando que el lector empatice profundamente con el protagonista ocasional en apenas 24 páginas".
Jonathan Lethem y Farel Dalrymple, Omega el desconocido (2007)
Relectura y homenaje a una serie cancelada en los años 70 por su rupturismo. Un experimento cuasiliterario, construido a través de distintos modelos de discurso. Visión desesperanzada de nuestra sociedad, donde algunos supuestos héroes son solo productos publicitarios, los verdaderos están condenados a la locura o el ocultamiento y los instrumentos del mal son los propios ciudadanos convertidos en títeres.
Todo eso es este cómic, guionizado por uno de los novelistas posmodernos adorados por el mundo indie, al estilo de China Miéville, Tao Lin, David Foster Wallace y Mark Z. Danielewski.
Este artículo recoge información sobre la obra original.
André Franquin, El nido de los marsupilamis (1957)
Tras aparecer por primera vez en 1952, poco después de que Franquin asumiera la serie de Spirou y Fantasio, los marsupilamis se convierten en los principales protagonistas de esta historia.
Se trata de un álbum especial, porque no se centra en las aventuras de los personajes habituales, sino en el documental que realiza uno de los secundarios de la serie, la despistada periodista Secottine.
Para alguien como yo ignorante absoluto en el mundo de los superheroes, el comic que mas me ha enganchado es el de Top 10, de Alan Moore, por sus historias, por la variedad de personajes, por los escenarios, por el dibujo y por su sentido del humor
ResponderEliminarTop 10 me gustó por la originalidad, pero siempre me chirrian un poco los personajes de animales personificados. El universo de super heroes no tan ideales, me gusta. Es un poco, como el punto de vista de The Boys, pero mas light.
ResponderEliminarOmega el desconocido, lo leí con mucho interes despue´s de recibir muy buenas criticas por compañeros, pero la verdad es que tal vez por eso, esperaba mas y me decepcionó, sobre todo el final. No tengo muy claro qué esperaba, pero se me hizo bastante bizarro en general.
Los marsupilamis me encantan aunque este en concreto no se si lo he leido!
A mí Top ten me gustó bastante cuando lo leí, sobre todo como la historia de las relaciones entre los policías, en especial me gusta la historia del perro y su último diálogo. También me gusta el dibujo y el color.
ResponderEliminarOmega leí poco, pero no le pillé el gusto, aunque luego en la tertulia me dieron ganas de darle otra pequeña oportunidad. Y algo así me paso con el tercero, que ni siquiera había leído.
Los marsiupilamis aún los tengo pendientes!