9 de febrero de 2015

Historia(s) de dos ciudades: Gorazde y Pyongyang


Joe Sacco, Gorazde. Zona protegida (2000).
Guy Delisle, Pyongyang (2003).

Durante 1995 y 1996, Joe Sacco visitó en varias ocasiones Gorazde, donde permaneció cerca de cuatro meses. Guy Delisle completó en 2003 una estancia de ocho semanas en la capital de Corea del Norte. Sus motivos, sus roles profesionales, eran muy distintos: el primero acudía como periodista, mientras que el segundo lo hacía para supervisar la producción de una serie de dibujos animados.

Las ciudades que protagonizan esta tertulia están separadas por 8257 kilómetros, y en apariencia pertenecen a dos mundos sin nada en común. A través de las páginas contemplamos:
  • Una localidad pequeña, poco más que un pueblo que no llegaba a los 30.000 habitantes. La gran urbe con 2’7 millones de personas (¡90 veces más!).
  • Viviendas familiares reconstruidas tras los bombardeos, con apenas espacio para acoger a todos sus miembros. Edificios vacíos y obras gigantescas detenidas en el tiempo.
  • Corredores humanitarios entre montañas, flanqueados por soldados y paramilitares. Autopistas sin vehículos y sin sentido.
  • Jóvenes que se reúnen en cualquier pequeño local para hablar y divertirse. Restaurantes con salas inmensas sin clientes.
  • La incertidumbre sobre el mañana en un contexto de cambio geopolítico acelerado. El día a día inmutable de una dictadura.

Sin embargo, también hay profundas similitudes.
Por ejemplo, ambas ciudades están, durante el tiempo que describen las obras, aisladas -de manera voluntaria o por efecto de la guerra- y a oscuras, metafórica -por la dificultad de acceder a información del exterior- y literalmente -ante la escasez de electricidad, la noche es la protagonista-. El papel social básico de las manifestaciones culturales queda reflejado también en los dos cómics: el choque entre occidente y Corea del Norte se ejemplifica en el desencuentro musical; el deseo de cambio de los musulmanes bosnios se muestra, por ejemplo, en su interés por el mainstream norteamericano, que convive con la expresión de la propia creatividad como válvula de escape.

Los discursos, las cosas que sus habitantes dicen o recuerdan, configuran la realidad. Pueden ser eslóganes impersonales, esperpénticamente positivos, impuestos y repetidos maquinalmente -siempre nos quedará la duda, como a Delisle, de en qué grado  se los creen quienes los pronuncian-. O pueden ser recuerdos personales del dolor, anécdotas amargas y pequeñas visiones de la guerra, testimonios del sufrimiento y gritos de desesperación que acaban generando desconfianza hacia el que se considera diferente.


En cualquier caso, los autores quieren convertir las palabras y lo observado en piezas de un puzzle, encajarlas hasta alcanzar una explicación sobre la ciudad en la que vivieron durante un breve espacio de tiempo. Una interesante reflexión sobre la validez, los límites y el carácter supuestamente novedoso de esta forma de acercarse a la realidad se encuentra aquí.



 



Guy Delisle (Quebec, 1966) ha basado sus obras más conocidas en las experiencias de sus viajes, como en Pyongyang. Por Crónicas de Jerusalén recibió en 2012 el Premio a la Mejor Obra del Salón Internacional del Cómic de Angoulême.




Joe Sacco (Malta, 1960) también ha recorrido el mundo, aunque centrándose en zonas en conflicto, donde ejerce como periodista. Gorazde le valió el Premio Eisner 2001 al mejor autor. Muy recomendable la extensa entrevista publicada en Jot Down.





Más información
Para obtener información actualizada sobre Corea del Norte, puedes visitar la web de Asia Northeast o consultar los análisis sobre la situación política del país que publica FRIDE en esglobal.
La web de ACNUR incluye noticias sobre las consecuencias del conflicto, ya que todavía hay población refugiada. El informe de este organismo de las Naciones Unidas sobre la guerra en Croacia y en Bosnia-Herzegovina incide sobre muchos de los temas citados en el cómic.

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