29 de enero de 2014

Tertulia febrero 2014: Japón y la II Guerra Mundial

Japón intentó aprovechar la Segunda Guerra Mundial para acelerar su brutal política expansionista, iniciado en Corea y Manchuria en el último cuarto del siglo XIX. Además, mantuvo una alianza política con Hitler, que incrementó el intercambio cultural entre la Alemania nazi y el país nipón.
Los dos autores de esta tertulia critican duramente el papel de su país en el conflicto, uno a través de un relato autobiográfico y otro recreando personajes y situaciones seudohistóricas. Se separan así de la tendencia del arte japonés a obviar esta parte de su historia reciente.

Shigeru Mizuki, Operación Muerte (1973)
Premio Patrimonio esencial del Festival Internacional del Cómic de Angoulême 2009.
Premio Eisner 2012 a la Mejor Edición Norteamericana de Material Internacional.

Conocimos a Shigeru Mizuki en la tertulia gracias a NonNonBa, un manga muy diferente en su tono y temática al que ahora leemos.
Aunque mantiene el carácter autobiográfico, en esta ocasión el miedo lo provocan las personas y no los espíritus: la sinrazón no deja espacio para la bondad y un supuesto sentido del honor anula toda esperanza.
Como siempre, son interesantes las reseñas aparecidas en Little Nemo's Kat y La cárcel de papel.


Osamu Tezuka, Adolf (1983-1985)
"Esta es la historia de tres hombres llamados Adolf. Cada uno de ellos vivió una vida diferente a la de los otros dos. Pero los tres estaban ligados por el destino. Ahora que el último Adolf ha muerto, puedo contar su historia, para los que vengan después. Mi nombre es Sohei Toge. Y cuento esta historia como un superviviente".
Una de las obras de madurez del denominado "Padre del Manga" actual, por su influencia en todos los autores de la segunda mitad del siglo XX y en la cultura popular japonesa.
Teñida de la preocupación ética que está presente en casi todas sus obras, la trama de Adolf  le permite criticar la violencia y el fanatismo de nuestro pasado reciente (exterminio nazi, matanzas de las fuerzas imperiales japonesas, enfrentamiento palestino-israelí). Como él mismo dijo, "lo que intenté expresar en mis obras se puede resumir en el siguiente mensaje: ¡amad a todo ser vivo!".


Jacques Duquennoy, Los fantasmas (serie)
¿Pasaremos mucho miedo con las aventuras de estos fantasmillas?
"Con sus simpáticos fantasmas, Jaques Duquennoy ha conseguido crear personajes sólidos y entrañables. Ciertamente atraviesan paredes pero no asustan, son blancos y cálidos, por su condición de espectros viven experiencias inusuales pero resultan cercanos y graciosos". (Reseña publicada en El Cultural).

Tertulia enero 2014: Premiados en Angoulême

Siempre que se acerca el Festival internacional de cómic de Angoulême dedicamos una tertulia a obras premiadas en ediciones anteriores.
En esta ocasión elegimos a dos autores franceses que, desde puntos de vista muy diferentes, hablan sobre la memoria: la añoranza de la niñez frente a la lucha contra la pérdida de la identidad que genera el olvido.



Blucht, El pequeño Christian (1998, 2008)
El tomo 2 fue elegido entre los Esenciales del Festival 2009.
Su autor recibió ese año el Gran Premio de Angoulême, que le supuso ser presidente del jurado en 2010.

Christian Hincker (Blucht) se ha convertido en uno de los principales autores franceses de cómic tras darse a conocer, a finales de los 80, en la revista Fluide Glacial.
A través del personaje principal, un niño que se llama igual que el autor -aunque no se trata de un relato autobiográfico-, nos acercamos con humor e ironía a la forma de vida de la generación que creció en los años setenta del siglo XX acompañada por Steve McQueen, John Wayne, Marlon Brando, Lucky Lucke, Mickey Mouse y las películas de vaqueros.
Las referencias culturales de los que nacimos algo más tarde fueron diferentes, pero las preocupaciones serán siempre las mismas: la rebelión ante la autoridad paterna, el descubrimiento del sexo, el deseo de convertirse en adultos y seguir siendo niños al mismo tiempo...
Santiago García analizó el cómic en su blog. Álvaro Pons reseño otras dos obras suyas, Peplum y Velocidad moderna.


Élodie Durand, El paréntesis (2010)
Premio Revelación Angoulême 2011.

Según la propia autora, este cómic "es la historia de una joven de poco más de 20 años, un drama sobre su vida, que parece no tener retorno, sobre enfermar y perder el yo. Este relato es una batalla contra la adversidad. Habla sobre la memoria, a veces tan frágil, sobre una recuperación inesperada, sobre cómo un día reaprendí el alfabeto, a contar y a encontrar mis recuerdos".
Little Nemo's Kat analiza los recursos estilísticos de la obra. La narración permite hablar de enfermedades neurológicas y del funcionamiento del sistema sanitario, de la construcción de la identidad a partir de las experiencias cotidianas, del papel de la familia y de resiliencia, pero el mejor análisis se encuentra en las palabras de su joven autora.



Régis Faller, Polo y Lilí
Cuarto álbum de la serie protagonizada por Polo. En esta ocasión, se encontrará con Lilí, que cambiará todas sus costumbres y a la que echará mucho de menos...
"En su pequeña isla, Polo lleva una vida tranquila. Aunque está solo, nunca se aburre: cultiva su huerto, prepara su comida, pesca y lee antes de irse a dormir. Una mañana Lilí cae del cielo y aterriza en su habitación. Pasan el día juntos, haciendo las mismas cosas que Polo solía hacer completamente solo. Y aunque Lilí perturba un poco su vida cotidiana, le divierte, le hace reír y finalmente se hace su amiga. El relato, sin palabras y en forma de tebeo, resulta comprensible por el lector gracias a la disposición de las viñetas y a la expresividad del personaje protagonista." (Reseña del Servicio de Orientación de Lectura).