4 de mayo de 2025

Batman

Alan Moore y Brian Bolland, Batman: La broma asesina (Batman: The Killing Joke, 1988)
Jeph Loeb y Tim Sale, El largo Halloween (Batman: The Long Halloween, 1996-1997)
Alan Moore durante la década de los ochenta (Capitán Britania, Superman: El hombre que lo tenía todo, Superman: ¿Qué fue del hombre del mañana?) y Jeph Loeb en los años noventa y principios de siglo (Batman: Victoria oscura, Superman: Las cuatro estaciones, Hulk: Gris, Daredevil: Amarillo, Spiderman: Azul, Batman: Silencio) representaron, junto a otros autores, un intento de ampliar el horizonte temático y discursivo del cómic de superhéroes.
La broma asesina se aproxima al terror gótico; incluye ambientes decadentes materializados en un escenario de pesadilla, emociones extremas que conducen a la locura, mujeres víctimas de abusos o una estructura narrativa que inserta otras historias dentro de la principal. El largo Halloween bebe del cine negro norteamericano previo al código Hays, marcado a su vez por las sombras y ángulos de cámara del expresionismo alemán. Pero ambos ofrecieron relatos sobre el origen de algunos personajes —Joker y el preludio a Bárbara Gordon / Oráculo en la primera historia; Dos Caras en la segunda— que respetaban la tradición previa sobre el mundo de Gotham.
En las dos hay una reflexión, más o menos subrayada, sobre el papel de la locura en la conducta de héroes y villanos, así como acerca de la interdependencia entre unos y otros y el mandato de respetar la ley. Sin embargo, quizá es el relato de Moore el más sugerente. Por ejemplo, la idea de que la identidad es fruto de la máscara y no de la persona o la hipótesis sobre que la pérdida de la familia (la esposa, el futuro hijo) del Joker motiva su agresión a Barbara Gordon. Sobre todo, la última escena añade un nuevo elemento a la relación complementaria entre villano y salvador: no están destinados a destruirse movidos por el trauma y la violencia, sino que se reconocen iguales desde el absurdo y la risa (o a lo mejor es que solo les queda reír con resignación ante su locura compartida...). Aunque descubrir que la primera y la última viñeta son la misma nos recuerda que, en el particular mundo de los superhéroes, todo se repite.
En el apartado gráfico, Brian Bolland demuestra su capacidad para transmitir significados a través de las composiciones de página, las transiciones / paralelismos entre viñetas, el uso de las perspectivas y el color (el propio dibujante lo recoloreó en 2008 con tonos más apagados).
A su vez, Tim Sale también aprovecha los contrastes —luz y oscuridad, primeros planos y planos generales— como elemento narrativo, mostrando su interés por el uso de detalles significativos —especialmente útiles en un relato detectivesco—, el énfasis en las características físicas que pueden definir con más claridad la esencia de los personajes y la expresividad de los rostros («Jeph Loeb nos dijo una vez a Matt Wagner y a mí: "Vosotros no finalizáis las caras". Matt se echó a reír y contestó: "Hay dos ojos, una nariz y una boca. ¿De qué estás hablando?" "Ya sabes, las líneas que otros dibujantes ponen ahí". Si puedes dibujar una cara y decir si está enfadada o feliz, mejor calla y...»). Como detalle curioso, es daltónico, por lo que «no pienso en las combinaciones de colores sino en el ambiente que transmiten, en el tono de la historia. Por eso siempre le paso muchas notas al colorista».
* * *
Una invitación al debate... Tras abandonar oficialmente el cómic en 2016 («Les tengo cariño a esos personajes [los superhéroes] por lo que fueron para mí cuando tenía trece años, fueron diseñados y creados de forma brillante. Pero eso fue hace cincuenta años. Creo que el siglo necesita, merece, su propia cultura (…) Se merece a artistas que intenten decir cosas que son relevantes en los tiempos que estamos viviendo. Es una forma de decir que estoy realmente aburrido de Batman) Alan Moore ha multiplicado sus críticas a estos protagonistas y, sobre todo, a cómo han sido utilizados por la industria editorial y cinematográfica. ¿Estáis de acuerdo con su punto de vista?:
Quisiera señalar que, salvo por un puñado de personajes no blancos (y creadores no blancos), estas historietas y personajes icónicos siguen siendo los sueños supremacistas de la raza dominante. De hecho, pienso que se puede considerar El Nacimiento de una Nación, de D.W. Griffith, como la primera película estadounidense de superhéroes, y el punto de origen de todas esas capas y máscaras.
Empire Magazine (2019)
 
No me interesan los superhéroes, fueron algo que se inventó a fines de la década de 1930 para los niños y son perfectamente buenos como entretenimiento para niños. Pero si intentas hacerlos para el mundo de los adultos, creo que se vuelve algo grotesco.
Deadline (2020)
 
Pienso que no, los cómics no lo han hecho [madurar]. Hay unos cuantos números que tenían un tono más adulto a lo que se acostumbraba, pero la mayoría han tenido el mismo tono de siempre. No era que las historietas estuvieran madurando, sino que estaban respondiendo a la edad emocional de su público.
The Guardian (2022)

(...) los efectos corrosivos de estos personajes [los superhéroes]. Por un lado, son una gran excusa. Pueden resolverlo todo de inmediato. Tienen poder, pueden hacer cualquier cosa. La mayoría de las veces lo que hacen es meterse en peleas. Tienes que pensar que, para gran parte del público, supone la idea de ser invulnerable de alguna manera, y tener una ventaja sobre otras personas. Quiero decir que esa es la raíz de en lo que se han convertido los superhéroes. No creo que siempre haya sido así. Creo que, en el caso particular de Superman, dos adolescentes de clase trabajadora de Cleveland en medio de la Gran Depresión crearon un personaje que representaba el empoderamiento de una comunidad de clase trabajadora.
Era inmigrante, como la mayoría de ellos, pero no estaba obligado a vestirse con los monótonos colores marrones y grises de la mayoría de la gente en las colas de pan de los años treinta. Vestía con brillantes colores primarios y podía saltar por encima de las calles que ellos tenían que recorrer a duras penas en busca de trabajo. El primer Superman golpeaba a los rompehuelgas y arrojaba por el aire a un casero de los barrios bajos. Obviamente, ese Superman no duró mucho. Muy pronto fue arrebatado a sus creadores y convertido en un personaje mucho más respetable socialmente, de clase media e inclinado a la derecha.
Los superhéroes, cuando los leía, eran una enorme ayuda para mi imaginación. Me daban ideas con las que jugar que no habría tenido en ningún otro sitio, y eso era estupendo. Pero eso era cuando se dirigían a los niños. Incluso cuando empecé a trabajar en este campo, al principio pensaba: «Vale, el público al que me dirijo tiene entre 9 y 18 años», y escribía historias que consideraba apropiadas para esa edad. Más tarde, pensé «vale, esto quizá sea para jóvenes de13 a 25, más o menos». El público más joven no lee cómics. Su público no sólo está disminuyendo, sino que también está muriendo, porque en los años 80, todo el mundo decidió de repente, después de Watchmen: «Aaaah, así que el futuro de los superhéroes son estos personajes realmente oscuros y deprimentes en distopías post-apocalípticas.» Una vez que la gente dijo «los cómics no son sólo para niños», parecieron decidir que eso significaba que los cómics no son para niños en absoluto, y que son puramente para los adultos adictos que formaron su base de lectores en los años 60, 70, 80 y 90 (...)
Cuando pienso en mi respuesta inicial a los superhéroes, ni siquiera sabía sus nombres, los identificaba por los colores de sus trajes. Era algo muy parecido a lo que ocurría con las canicas antiguas, en las que había remolinos de diferentes colores, que aún existían cuando yo era niño, en los años cincuenta. Con ellas, basándome en el color, daría nombres e identidades a estas canicas, simplemente por las combinaciones de colores. Recientemente he oído que ciertos colores y ciertas combinaciones de colores crean adicción. Esto explica por qué juegos como Candy Crush sean realmente adictivos siempre y cuando no los juegues en escala de grises. Si juegas en escala de grises, vas a perder el interés en unos 45 segundos, pero hay ciertos colores que te darán un poco de recompensa de dopamina. También he leído otro estudio sobre cómo una mente infantil puede ser marcada por un logotipo o un emblema. Un símbolo. Y me llamó la atención que básicamente los superhéroes, dado que sus personalidades y motivaciones e identidades pueden cambiar según el capricho de la empresa, se pueden reducir a una combinación de colores y a un emblema en el pecho.
Creo que esto tal vez explicaría a los cincuentones y sesentones que siguen leyendo tebeos aunque sepan que nunca van a conseguir ese chute original de su infancia (...) Si Jack Kirby o Steve Ditko, o alguien que realmente era bueno en lo que hacía, te marcó, entonces, obviamente, tal vez sigas siendo adicto a Spider-Man cada mes, o a Los Cuatro Fantásticos, o a lo que sea, a pesar de que los artistas y escritores son completamente diferentes a cualquier cosa que hubiera sido aceptable en los años 60, cuando se crearon esos personajes.
Y creo que otra forma en que los superhéroes son dañinos es que sus valores parecen filtrarse en el mundo real. Todo el mundo quiere ser un superhéroe. Elon Musk solía enorgullecerse de la idea de que era el Tony Stark de la vida real, creo, como le llamaban sus admiradores. Incluso cuando Donald Trump lanzó sus criptomonedas hace unas semanas, vi que había hecho una de ellas con él mismo como un superhéroe con rayos en los ojos. El «sueño del superhéroe» es algo peligroso, porque esencialmente es fascismo.
Screenrant (2023) 

26 de febrero de 2025

Clásicos del manga

Osamu Tezuka, La fortaleza de papel (Kami no Toride, 1970 - 1976)
Yoshihiro Tatsumi, Pescadores de medianoche (Mayonaka no tsurishi, 2013)
El manga producido tras la II Guerra Mundial y hasta final de siglo tuvo muchos protagonistas, de los cuales hemos seleccionado para esta sesión dos de especial relevancia. Tezuka -como él mismo relata- fue una figura clave del resurgir del medio en los años cuarenta y cincuenta, mientras que Tatsumi acuñó el término gekiga -y se convirtió en el referente principal de este movimiento- a finales de la década de los cincuenta.
La carrera profesional de ambos se entrecruza y presenta paralelismos. Cuando tenía quince años, el segundo conoció al «Dios del manga» y sus consejos le impulsaron a centrarse en su vocación artística, que le llevó a recibir en 2009 el Premio cultural Osamu Tezuka por Una vida errante. Además, ambos lideraron dos grupos de autores que marcaron la evolución del manga: quienes residieron en los apartamentos Tokiwaso y los impulsores del Taller Gekiga.
También las dos obras propuestas tienen puntos en común. Producidas en la primera mitad de los setenta, se trata de dos recopilaciones de historias breves que retratan la situación de Japón durante la guerra y la ocupación (años 40) y en la etapa final de su posterior crecimiento económico acelerado (primeros años 70).
La fortaleza de papel supera las limitaciones de lo autobiográfico para proponer varios relatos de autoficción (el propio autor subraya que presenta versiones diferentes de algunos episodios). El estilo característico de Tezuka -su dinamismo (p. 12), el uso de las paredes de la viñeta como elemento narrativo (pp. 8 y 20)- acompaña el repaso a algunos de sus éxitos y personajes (El Rey León, Astroboy, La princesa caballero), muestra su admiración a la cultura norteamericana y, en especial, Walt Disney, presenta cómo se organiza la industria del manga (el tema constituye casi un género por sí mismo) y le sirve para recuperar elementos de la tradición local: el espíritu del «Dios del manga» se comporta como un yokai y en Ensayos ociosos... hay una referencia a los tanuki.
El debate sobre los supuestos peligros que supone la lectura de mangas en la infancia recuerda la cruzada del psiquiatra Fredric Wertham en Estados Unidos y se vincula al análisis de Tezuka sobre cómo el poder político apoya o prohíbe determinados formatos y contenidos según sus intereses.
Pero, por encima del resto de temas, destaca su presentación de la guerra: su irracionalidad, la dificultad de encontrar a los responsables mientras se multiplican las víctimas inocentes -no solo la inconcebible acumulación de cadáveres que casi los convierte en irreales (p. 79), sino también el trato a las mujeres convertidas en muñecas (p. 99)-, la violencia intrínseca a los militares, el hambre, la economía de posguerra.
En definitiva, una obra de madurez en la que su autor demuestra su amplio registro técnico para abordar temas muy diferentes (desde las vivencias de un veinteañero al sufrimiento extremo de los más débiles) con el tono más adecuado en cada momento para provocar la implicación emocional de sus lectores.
¿Puede recordar Pescadores de medianoche a un libro de relatos de Raymond Carver? Quizá sí, porque coinciden algunas de las características que, a riesgo de simplificar, suelen asignarse a su narrativa: concisión; personajes corrientes en conflicto, insatisfechos y solitarios; retrato crítico de la sociedad en la que viven; finales abruptos, que generan un mayor impacto emocional en quien los lee. Quizá porque el gekiga surge como reacción ante la cultura mayoritaria que tapaba las miserias de una sociedad en aparente crecimiento, al igual que el realismo sucio -aunque esa etiqueta no le gustara al norteamericano- nos obliga a mirar de frente la crudeza de la cotidianidad más cercana.
Por ejemplo, la última página de Bienvenido a casa, papá reconfigura el sentido de la historia, porque nuestra empatía por el protagonista desaparece cuando asistimos a las diferencias entre la escena imaginada y la real.
El amanecer del porno funciona como una metáfora de la distancia insalvable entre clases. Al igual que El pez linterna y el relato que da título a la recopilación, desmonta la perniciosa idea de que el ascenso social es siempre posible con esfuerzo. Expreso de medianoche y Apropiación indebida nos presentan espacios que se viven como oportunidades para la libertad pero que en realidad son una prisión para los protagonistas. Varios de los relatos nos hablan de los problemas de los jóvenes para acceder a una vivienda digna o, como La mujer de Yanagase y El palacio de la mujer, cuestionan la supuesta dicotomía entre lo rural (soledad, anonimato, oscuridad) y lo urbano (que promete libertad, apoyo de la comunidad... aunque luego no lo dé). Temas que parecen definir el resto de su producción, como las historias recogidas en otro volumen reciente, Tatsumi.

2 de febrero de 2025

Angoulême 2025 (II)

Claire Fauvel y Julia Billet, La guerra de Catherine (La Guerre de Catherine, 2017)
Prix Jeunesse en el Festival de Angoulême 2018
Jen Wang, El príncipe y la modista (The Prince and the Dressmaker, 2018)
Prix Jeunesse en el Festival de Angoulême 2019
 
El mes pasado, pocas semanas antes de que se celebrara su edición 2025, comentamos obras que habían recibido el Premio del Público en el Festival de Angoulême. Ahora, cuando acaba de finalizar, dedicamos la tertulia a otros dos cómics galardonados. Esta vez con el Premio Joven, otorgado por alumnado entre una selección previa de las publicaciones del año anterior. La estructura y número de los premios ha ido cambiando, pero muestra la importancia que este evento da a la producción infantil y juvenil.
Tras la lectura de ambas novelas gráficas, ¿consideráis que la etiqueta de «literatura juvenil» puede limitar el alcance de algunas obras? ¿Se trata de relatos que también pueden interesar al público adulto? ¿Darán lugar a interpretaciones diferentes según la edad de sus lectores?
La guerra de Catherine nos acerca, en su dimensión histórica, a las consecuencias de la ocupación nazi de Francia y al papel de la resistencia, que se atrevió a negarse activamente a lo inaceptable. Pero sobre todo es un relato de iniciación y, por tanto, su vertiente personal es la protagonista; a través de la mirada y el crecimiento de Rachel / Catherine, subraya la importancia de la educación -el profesorado decide enseñar en vez de huir, promover la autonomía del pensamiento frente a la obediencia ciega- y el arte como vías de acercamiento al mundo, relatando el proceso de construcción de la identidad personal en un contexto que intenta anularla.

 
La generosidad de muchos personajes secundarios convierte un relato cargado de privaciones y amenazas en una historia positiva, donde la esperanza puede convivir con la incertidumbre, las separaciones y pérdidas. El dibujo, con sus tonos pastel y trazo redondeado, las suaves acuarelas de los fondos, los espacios en blanco llenos de luz e incluso la tipografía elegida contribuyen eficazmente a trasladar tanto una recreación fiel de la época como el optimismo de fondo del relato.
 
No podía resistirme a ambientar un romance de cuento de hadas en París, pero también porque esa época [1830] en particular es muy interesante. Muchos de sus cambios tecnológicos (grandes almacenes, transporte público) y sociales (clase media emergente, capitalismo) abrieron el camino a nuestra sociedad moderna. Me pareció adecuado situar la historia en un momento a caballo entre ambos mundos, en el que se puede entender aquel del que proceden los padres de Sebastian, pero también ver cómo la generación de este va a crecer en una sociedad completamente nueva.
Para Sebastian, la moda significa ser visto físicamente y reconocido como la persona que se siente en su interior. Para Frances, se trata de una expresión creativa y de poder manifestar algo de su propio yo en un objeto. Ambos se sentían aislados en sí mismos, así que unirse es lo que les permite florecer.
Entrevista a Jen Wang en BookTrib.

El príncipe y la modista
puede recordar a Piel de hombre, otra novela gráfica galardonada en Angoulême por el público juvenil. Temáticamente,
por su acercamiento a la discusión sobre las relaciones entre identidad e imagen y sus consecuencias sociales. En lo narrativo, por transformar con humor recursos propios de los cuentos tradicionales, lo que abre la puerta a giros argumentales que aportan aún más valor a la obra.
La crítica coincidió de forma unánime al valorar la calidad de este relato, en el que Sebastian y Frances -que, como en el cómic anterior, protagonizan un viaje de búsqueda de su propio yo y hacia la adultez- comparten secretos, valores e ideales, la sensación de que no se encuentran en la posición que desean y un proceso de clarificación de sus propias emociones e identidad.
Huyendo de la típica historia de amor, ambos protagonistas encuentran algo igual de importante: la posibilidad de reconocerse en los ojos del otro, gracias a una mirada que va evolucionando con el paso de las páginas.
Además de reflexionar sobre la diversidad, Jen Wang nos presenta una historia en la que se habla de familia, dignidad y las dificultades que surgen al tomar decisiones que afectan a otras personas a las que se valora. Un cuento de hadas de elementos clásicos, sí, pero nada simplista en su moraleja, acompañado de un dibujo, dinamismo en los movimientos de los personajes, color y composiciones de página que le dan un ritmo contemporáneo.

14 de enero de 2025

NOVEDADES INVIERNO 2024

 

 

Brocal, Pep. Taxi. Salamandra Graphic, 2024. 182 p. C BROCAL 17. Una soberbia adaptación gráfica de la novela Taxi, el insomne retrato de Carlos Zanón sobre un hombre, una ciudad y las voces y los anhelos que los habitan. Pep Brocal borda con trazo veloz las carreras nocturnas del taxista Sandino por Barcelona al ritmo de The Clash. Como solo un dibujante magistral sabe hacerlo, nos redescubre a unos personajes y una ciudad que cobran un carácter plástico arrollador. Sandino es un hombre melancólico, que duda en regresar a casa porque teme que Lola, harta de sus infidelidades, lo deje. Tal vez quiere que eso suceda, no está muy seguro. Tampoco sabe si le gusta ser taxista, si es capaz de querer a alguien o si todo consiste en seguir rodando y chocando, como una bola en una mesa de billar llamada Barcelona. Durante siete días y sus seis noches, Sandino recorrerá las calles y los barrios como un muñeco roto huyendo de sí mismo, un depredador que deambula sin rumbo fijo, de sitio a sitio, a criterio siempre del cliente, del tedio o de la ocasión de cauterizar la herida de la forma más carnal.

 

 

Carlin, John y Malet, Oriol. Bestias. Astiberri, 2024. 115 p. C CARLIN 1. Inspirado por Rebelión en la granja, la clásica fábula política de George Orwell, Bestias es la alegoría animal de un fenómeno tristemente humano que hace realidad, una y otra vez, la famosa sentencia de Orwell: “Todos los animales son iguales... pero algunos animales son más iguales que otros”. La historia se repite: motivados sinceramente por el deseo de acabar con dictaduras e instaurar sistemas basados en la justicia y la igualdad, líderes revolucionarios toman el poder y, con el tiempo, pierden de vista sus buenas intenciones, transformándose en caricaturas de los tiranos que una vez derrocaron. Firmada por el reconocido periodista John Carlin y el ilustrador Oriol Malet, autores de Mandela y el general (Punto de Lectura, 2019), Bestias no solo es una fábula y una sátira basada en hechos reales, sino también un grito de alerta ante un mundo en el que, cada día más, no solo las dictaduras, sino también las democracias, sucumben a las nefastas tentaciones del poder. Porque, según afirman sus autores, “que nadie piense que este fenómeno se limita a los países pobres o autoritarios. El principio de que el poder corrompe, de que la vanidad devora a los ideales, se extiende a los países más prósperos y más declaradamente democráticos”.

 

Clowes, Daniel. Mónica. Fulgencio Pimentel, 2023. 106 p. C CLOWES 16. Estructurado en relatos aparentemente divergentes, Monica aborda la vida del personaje que da título al libro, posiblemente el más complejo y personal de la carrera de su autor. Rico en detalles visuales, con un oído impecable para el lenguaje y el diálogo y giros fascinantes, Monica es una obra maestra densa y multicapa que alude a muchos de los géneros que han definido el medio —bélico, romance, terror, crimen, sobrenatural—, pero de una manera misteriosa, inclasificable y quintaesencialmente clowesiana que incita a las relecturas. Resultado de cinco años de trabajo, Monica marca la cúspide de la creatividad de una de las voces definitorias del cómic del último cuarto de siglo y se convierte, por méritos propios, en un acontecimiento literario de primera magnitud.

 

 

Dasnes, Nora. Llamada perdida. Meraki, 2023. 285 p. C DASNES 1. Un mes después de los atentados del 22 de julio, Rebekka y Fariba empiezan el instituto. Fariba se apunta a las Juventudes del Partido Laborista, mientras que Rebekka intenta involucrarse en el musical que prepara el grupo de teatro, pasar tiempo con Daniel, el chico del pelo rizado, y disfrutar de las fiestas, de las clases y de los amigos. El problema es que Rebekka no hace otra cosa que pensar en lo que sucedió́. Llamada perdida es una novela gráfica sobre los atentados terroristas, sobre la vida después de ellos y sobre todas aquellas personas a las que echamos de menos sin haberlas conocido siquiera.

 

 

 

Ferrer Casas, Agustín. Plan de huida. Grafito, 2024. 122 p. C FERRER 10. Año 1936. A menos de cuatro meses transcurridos del comienzo de la Guerra Civil Española, y ante el incipiente cerco que sufre Madrid a manos del bando sublevado, el Gobierno republicano decide abandonar la villa y trasladar su gabinete a la ciudad de Valencia, más alejada del frente. Los primeros ataques aéreos indiscriminados sobre la capital motivan que, para proteger su integridad, el Patrimonio Histórico y Artístico acompañe hasta Levante a la jefatura del Estado. Allí, al amparo de los muros de las Torres de Serranos y las bóvedas de la Iglesia del Patriarca, se catalogará, restaurará y guardará a buen recaudo por un tiempo. Después, con el devenir de la guerra y el avance de las tropas rebeldes, deberá continuar su camino hacia Barcelona tras una administración republicana que huirá en desbandada para, posteriormente, cruzar la frontera con Francia rumbo a Ginebra. La señora Claramunt, una empresaria valenciana, angustiada por el acontecer de la guerra, busca la forma en la que ella, junto a sus trabajadores y sus familias, puedan salir de España a salvo. Pero el plan requiere de una gran cantidad de dinero que ahora no posee. ¿Cómo financiar la huida? Con un robo. Entre los cuadros trasladados desde el Museo del Prado se encuentra la Mona Lisa, una de las versiones de la Gioconda realizada por el estudio de Leonardo da Vinci. Conseguir el cuadro, sustituirlo por una copia perfecta y vender el original a un marchante de arte será complicado, aunque no imposible. Solo hay que involucrar a las personas adecuadas. Pero la guerra avanza y se les acaba el tiempo.

 

Gendry-Kim, Keum Suk. Mañana será otro día. Reservoir Books, 2024. 226 p. C GENDRY 16. Bada y San, una pareja de treintañeros, tienen dificultades para concebir un bebé. Cansados de no lograrlo, y de escuchar comentarios de todo tipo, deciden someterse a un tratamiento de fecundación in vitro. La sociedad surcoreana, que conserva aún fuertes rasgos tradicionales, impondrá sin reservas sus expectativas sobre los jóvenes aspirantes a padres... incluso cuando las cosas no vayan bien.

A través de esta historia, Keum Suk Gendry-Kim nos cuenta el drama que viven muchas parejas: los retos físicos y psicológicos a los que se enfrentan, las opiniones sesgadas de familiares y amigos dependiendo de si hablan de la futura madre o del futuro padre, la falta de empatía de la comunidad médica... Mañana será otro día es una tragedia íntima, inspirada en la experiencia personal de la autora, pero que conectará a las lectoras y los lectores de uno y otro continente.

 

Isusi, Javier de. Todas las mañanas. Astiberri, 2024. 121 p. C ISUSI 16. Ana y Laia son amigas. Ana está casada, con hijas y no suelta jamás un taco, justo al revés que Laia. Ambas tienen un trabajo que les ocupa todas las mañanas, todas las tardes, todas las noches. Las 24 horas del día. Los 7 días de la semana. Con la humanidad que despliega hacia sus personajes y que caracteriza toda su obra, Javier de Isusi (Premio Nacional del Cómic 2020 con La divina comedia de Oscar Wilde) abre una ventana en acuarela -por momentos cruda, por momentos tierna- al discurrir diario de dos familias que participan en el programa de acogimiento familiar especializado, dirigido a niños y niñas con graves daños emocionales y a personas con formación específica que puedan acogerlos en su familia y atender sus necesidades. Además de contener el realismo de la propia vida, Todas las mañanas, coeditado por las asociaciones FICE Spain, Agintzari y Resilis, y por Astiberri, muestra unos personajes intensos cargados de verdad sobre los que se puede decir que cualquier parecido con la realidad es pura... realidad.

 

Kelly, Joe. Soy una matagigantes. Astiberri, 2024. 254 p. C KELLY 14. Barbara Thorson es una alumna de quinto curso que no le tiene miedo a nada; después de todo, es la única chica del colegio que lleva un martillo de guerra nórdico en su cartera y se pasa la vida matando gigantes. Pero ¿dónde acaba la fantasía y empieza la realidad en el corazón de esta joven inteligente y solitaria? ¿Y si dice la verdad? Soy una matagigantes es la agridulce historia de una niña que lucha por conquistar monstruos tanto reales como imaginarios mientras su mundo se desmorona a los pies de gigantes más grandes de los que cualquier persona podría manejar. En palabras de Niimura, una historia “sobre la capacidad de superar cualquier problema u obstáculo”. Astiberri publica la edición definitiva con nueva traducción de esta obra que ya es un clásico del cómic y que ha recibido múltiples galardones, entre ellos, el Premio Internacional de Manga de Japón en 2012, el de Mejor Guion en el Festival de Cómic de Lucca (Italia) en 2011, y la nominación a un Eisner en 2010. Soy una matagigantes también cuenta con una adaptación cinematográfica homónima dirigida por Anders Walter en 2017. 

 

 

Larcenet, Manu. La carretera. Norma, 2024. C LARCENET 17. Largos años después de un apocalipsis global, el mundo sigue en ruinas. El aire es gélido, llueve ceniza y la tierra está contaminada. En medio de la devastación, un niño y su padre recorren una autopista interminable cruzándose con los últimos restos de la civilización humana: locos, caníbales, desesperados. En esta magistral adaptación del clásico literario de Cormac McCarthy, Manu Larcenet convierte el camino en una pesadilla, un símbolo del horror, una angustiosa odisea que podría acabar en cualquier parte, o en ninguna.

 

 

 

 


Lavandier, Yves y Maurel, Carole. La maestra. Astronave, 2023. 199 p. C LAVANDIER 1. Bretaña, junio de 1944. A pesar de que los aliados ya han desembarcado en Normandía, el ocupante y la milicia local siguen persiguiendo a los judíos y a los combatientes de la Resistencia... incluso si estos son niños. ¿Podrá esta maestra proteger a sus alumnos? Una aventura vibrante y emotiva, y un sincero homenaje a todo el cuerpo docente.

 

 

 

 

 

Miralles, Anna. Ava. Astiberri, 2024. 108 p. C MIRALLES 17. En 1954, la estrella de cine Ava Gardner está en la cima de su carrera y acaba de estrenar una de sus obras cumbre: La condesa descalza. Esta historia transcurre durante la promoción de la película en Sudamérica. Al aterrizar en Río de Janeiro, se encuentran con un país apasionado por el cine que está de luto por el reciente suicidio de su presidente, Getúlio Vargas. Un escenario y unas circunstancias extremas que sirven a los autores para descifrar las claves de la personalidad de Ava Gardner, una mujer que se enfrentó a todos en un tiempo en el que gozar de la misma libertad que un hombre suponía una verdadera transgresión. Según el guionista, Emilio Ruiz, “Ava fue una mujer vitalista, generosa, con un gran sentido del humor y una vulnerabilidad que la hacían irresistible. Sin estar comprometida políticamente, fue una persona moderna y tolerante en una época oscura de conservadurismo, racismo y homofobia. La prensa se cebó con su vida privada, con sus romances y conflictos amorosos. Siempre se le reprochaba que se hubiera casado y divorciado tres veces, pero a nadie le parecía mal que sus tres exmaridos sumaran a lo largo de su vida 20 matrimonios”.

 

 

Monteys, Albert. Universo 2. Astiberri, 2024. 150 p. C MONTEYS 5. Universo es una serie que juega con los códigos clásicos de ciencia ficción, añadiéndoles un humor muy corrosivo y gamberro. A través de historias que ocurren en un futuro lejano, Monteys trata temas de actualidad: sexo, religión, amor, multiculturalidad, trabajo... En este segundo tomo, además de numerosos guiños a las historias del primer tomo, hay historias sobre canibalismo y clones, supervillanos, electroespejos disfuncionales, razas alienígenas, robots deprimidos y mucho más.

 

Moreau, Jérémy. Los Pizzlys. Norma, 2024. 195 p. C MOREAU 16. Nathan se gana la vida como conductor de Uber en parís. Pese a su corta edad, tiene a su cargo dos hermanos menores y el agobio de una hipoteca y un préstamo a cuenta del coche. Después de sufrir un grave accidente, decide dejarlo todo para irse a Alaska con su familia en compañía de una completa desconocida. Jérémie Moreau (Penss y los pliegues del mundo) nos plantea una hermosa historia sobre la sanación íntima de un grupo de personas heridas por la rutina y la deshumanización.

 

 

 

 

Nakamura, Jyunya. Your name. Planeta Cómic, 2021. 163 p. C NAKAMURA 2. Taki, un estudiante de bachillerato de Tokio, empieza a intercambiarse a través de sus sueños con Mitsuha, otra estudiante que vive en una zona rural. Taki trata de adaptarse lo mejor que puede a la vida en un pueblo del que no sabe nada, y sobre todo a un cuerpo de mujer que le es ajeno, para que no se descubra el intercambio en la vida de ambos. Con el paso del tiempo, Taki nota que la Mitsuha de la que hablan los habitantes del pueblo no es igual que la Mitsuha que él conoce a través de los mensajes que se dejan cada vez que ocupan sus respectivos cuerpos y empieza a sentir curiosidad por conocerla en persona.

 

 

 

Oroz. Amaiur 1522: el Imperio ataca de nuevo. Mintzoa, 2024. 52 p. C OROZ 10. Una batalla épica en el que 100 valientes navarros encerrados en el castillo de Amaiur y comandados por el mítico capitán  Jaime Vélaz de Medrano, soportaron más de 9 días de asedio del poderoso ejército del Emperador Carlos V formado por 5000 efectivos. Lo que aconteció es historia…Tras el libro ¡¡ Esa incómoda batalla de la que usted me habla!! Noain 1521, este segundo volumen de la colección plantea con rigurosidad histórica, humor e ironía los hechos de aquel desproporcionado enfrentamiento

 

 

 

 

 

Pich, Elizabeth. Fungirl. Fandogamia, 2024. 259 p. C PICH 4. Fungirl es un follón hecho cuerpo, una desafortunada mujer de vida accidentada que siembra desolación a su paso. Sus payasadas inconscientes enfurecen a su compi de piso (y ex-novia), aterrorizan a skaters adolescentes a los que trata de impresionar y tiran por tierra toda oportunidad de tener trabajo, pero seguro que Fungirl consigue salir adelante... de una forma u otra. Una carta de amor a todo amigo caótico, pero de buen corazón, las desventuras de Fungirl resultan en parte encantadoras y a veces transgresoras, pero siempre tronchantes. El peculiar estilo gráfico de Elizabeth Pich, con líneas limpias y colores llamativos, convierte escenas potencialmente gráficas de sexo y violencia en viñetas adorablemente lindas, casi dulces. Pich hace que el desorden particular de Fungirl sea deliciosamente apetecible. Como un pastel de bodas muy, muy incómodo de ver.

 

Sáez, Marina. Aguagim. Garbuix Books, 2024. C SAEZ 16. A Clotilde no le hace ninguna gracia volver a hacer el caldo de Navidad, Montserrat tiene un marido que la administra, pero aprovecha la siesta de la Ruleta de la Fortuna para hacer lo que le da la gana. Andrea ha vuelto a acoger a Fernando de 70, después de que la dejara por su secretaria de 32 cuando tenía 50; Conxita se ha comprado un satisfaier y a Lucía sus hijos no la toman en serio. Marga no puede separarse por pasta y Marina tiene una batalla particular contra los bañadores de ingles brasileñas. Aguagim es el testimonio de las voces silenciadas de un grupo de mujeres que se reúne a diario en el particular espacio de emancipación en el que se convierte el vestuario de la piscina municipal de la calle Perill de Barcelona. Viejas, jóvenes, madres, hijas, esposas, viudas, solteras, lesbianas, retrasadas, reprimidas, liberadas, esclavas: mujeres de un tiempo y una voz que narran la historia de una generación que desaparece.

 

Sattouf, Riad. L´árabe du futur: moi, Fadi, le frère volé. Tome 1. Les Livres du Futur, 2024. 136 p. C SATTOUF 20. Riad Sattouf revient avec une nouvelle série de bandes dessinées, qui replonge le lecteur dans l’univers de sa série à succès L’Arabe du futur. Ce nouveau projet repose sur les histoires que Riad Sattouf a recueillies en 2011 et 2012 auprès de son frère Fadi Sattouf.
Dans ce récit, c’est Fadi le narrateur : il retrace son parcours incroyable, de son enfance heureuse en Bretagne auprès de sa mère adorée et de ses grands frères, Riad et Yahya, jusqu’à la Syrie de son père, rude et inconnue pour lui... 

 

 

 

 

Sfar, Joann y Sandoval, Tony. El París de los dragones. Nuevo Nueve, 2024. 100 p. C SFAR 14. París, 1900. Durante mil años los dragones han vivido escondidos de todos, encerrados en estatuas y gárgolas que llevan su imagen. La leyenda afirma que sólo el sacrificio de un ser de gran magia puede proteger a Paris de su ira y preservar el hechizo que los mantiene dormidos. Pero, mientras una sirena destinada a su funesto destino, es rescatada en el último minuto por una princesa hawaiana que ha caído bajo su hechizo, la sombra malévola de los dragones vuelve a planear sobre la Ciudad de la Luz. Y, desde las catacumbas hasta la plaza de Notre-Dame, nace un romance bajo el despertar de un mal milenario… ¿Y si los dragones invadieran la Belle Époque París? A partir de esta premisa surrealista, los autores tejen su imaginación en un lienzo de peleas, sacrificios, amor y humor.

 

 

Templer, Hannah. Cosmoknights: paladines del espacio. Astronave, 2023. 211 p. C TEMPLER 5. La vida de Pan solía ser sencilla. Trabajar en el taller de su padre, salir a escondidas con Tara para bailar, otear juntas los barcos cargueros en el cielo... Ni siquiera importaba que Tara fuera una princesa. Hasta que llegó el día en que sí importó, y tuvieron que despedirse para siempre... Años más tarde, cuando dos carismáticas paladines aparecen heridas en su porche, la vida de Pan deja de ser sencilla. Huyendo junto a Cass y Bee, Pan descubrirá los intrincados secretos de su mundo neo-medieval... y la embriagadora posibilidad de hacerlo arder.

 

 

 

 

Tripp, Jean-Louis. El hermano pequeño. Norma, 2024. 337 p. C TRIPP 16. El 5 de agosto de 1976 quedó marcado para siempre en la memoria de JeanLouis Tripp. Tenía 18 años y pasaba las vacaciones de verano con su familia vagabundeando en carromato por la Bretaña francesa. Ese día, un coche atropelló a su hermano pequeño, Gilles, que murió pocas horas después. El golpe emocional fue devastador y lo marcó para siempre. Muchas décadas después, JeanLouis volcó la tristeza, el dolor y la culpa en un cómic cuyo verdadero protagonista es la ausencia. JeanLouis Tripp (Magasin Général) se sitúa en el epicentro de un devastador terremoto emocional para compartir, en forma de cómic autobiográfico, su propia experiencia respecto a la pérdida y el duelo.

 

 

Valero, Teresa. Curiosity Shop. Norma, 2024. 156 p. C VALERO 7. Barcelona, 1913. Max Prado es la única hija del ingeniero judío Víctor Prado, que acaba de morir en Barcelona en extrañas circunstancias. Max heredará la fortuna de su padre, pero también una curiosidad insaciable, un carácter indomable y, sobre todo, una colección de enigmas inexplicables. Antes de Contrapaso, Teresa Valero se asoció con la dibujante Montse Martín para dar forma a Curiosity Shop, una serie de aventura y misterio en la España de 1910 que recopilamos por primera vez en un volumen integral.