24 de diciembre de 2016

Angoulême 2017


Como el año pasado, aprovechamos la tertulia de enero para conocer obras destacadas en el Festival Internacional de Cómic de Angoulême.
En este caso, hemos elegido dos relatos que formaron parte de la Selección Oficial 2015, aquellos cómics con posiblidades de lograr alguno de los premios principales: la Fauve d'Or al mejor álbum y las tres Fauve d'Angoulême (Premio Especial del Jurado, Premio a la mejor serie y Premio Revelación).



Javier de Isusi, He visto ballenas (2014)
También nominada a la mejor obra española en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2015

La reseña oficial de Angoulême sobre la primera obra individual en la que de Isusi se aleja del mundo de Juan Sin Tierra describe He visto ballenas como
"Una delicada reflexión sobre la violencia. Esta ficción se inspira en una historia real alrededor de los atentados de ETA y los GAL. Sin maniqueísmos, el autor inicia un diálogo entre enemigos y se pregunta con sensibilidad sobre los actores y las causas del conflicto que tanto daño ha hecho al País Vasco".
Más allá del contexto concreto en que se sitúa la acción, este cómic es una apuesta por el potencial del acercamiento entre seres individuales ("Pero se llegó a... encontrar con él, ¿entiendes? No como amigos... simplemente dos personas") para superar las presiones ("Todo por el puto qué dirán") e imposiciones de cualquier grupo basado en ideales supuestamente más valiosos que sus propios miembros.
Aquí, el perdón es sinónimo de reconocimiento del otro, y todos los protagonistas (Antón, Josu, Emmanuel, Icíar, Aritz y Maialen) se ven obligados a construir su futuro eligiendo cómo van a relacionarse con los demás.
Infame&Co publicó una entrevista imprescindible, donde el autor explica las claves de su obra.

Jillian Tamaki y Mariko Tamaki, Aquel verano (2014)
Premio Eisner a la mejor novela gráfica 2015

Para la organización de Angoulême, esta obra "vuelve a ese momento especial de la transición entre la infancia y la edad adulta. Las primas Tamaki innovan en la estructura y la construcción de la historia, unen manga y cómic europeo y, sin caer en las trampas del sentimentalismo y los lugares comunes, construyen un relato sólido y universal".
La adolescencia tiene algo que ver con las películas de terror de los años 80 que Rose y Windy descubren, con miedo y fascinación al mismo tiempo, en aquel verano en Awago Beach.
Y es que durante esos años se acumulan tantos sentimientos intensos (enamoramiento, decepción, amistad, identificación, desencuentro, conflictos familiares, cariño, enfado...) y se producen cambios tan rápidamente (como la escena en que las dos amigas pasan en pocas páginas de la fealdad de un pueblo destartalado a descubrir la belleza de un ciervo que les conduce a un vertedero, continúa con la alegría de un chapuzón y termina en el frío de un adiós inesperado) que la única salida parece ser esconderse debajo de una manta o sumergirse en el silencio y la soledad del agua del lago.

Algunas declaraciones de las autoras:

Mariko: Aquel verano está inspirado en los recuerdos que tengo de mi vida en el campo cuando era niña, pero no es un relato autobiográfico.
Me influyen mucho escritores, como Margaret Atwood y Alice Munro. Ninguno escribe novelas de formación, pero todos cuentan historias sobre la familia, las relaciones y la pérdida. Se trata de obras muy complejas, con finales abiertos. Nunca sentí, mientras leía sus libros, que se tratase de historias creadas por alguien; sonaban "reales" para mí.

(Sobre la colaboración entre ambas)
Jillian: [Mariko] escribe los diálogos como una obra de teatro y yo hago un boceto de todo el libro. Hay un montón de viajes de ida y vuelta antes de enseñarle algo a nuestro editor.
Mariko: Uno de los errores más comunes es creer que dibujo y palabras son cosas diferentes. Trabajamos de manera muy interconectada (...) El objetivo es crear algo que se perciba como una sola historia, no como un relato contado dos veces.

Jillian: Nunca me he sentido empujada a hacer hincapié en la diversidad. Creo que Windy crecerá y será lesbiana; es parte de su carácter, pero no algo que tengamos que abordar. Prefiero únicamente presentarlo, sin dar un ejemplo positivo de "diversidad". No me interesa hacer algo tan pedante.
Hemos tenido mucha suerte, porque nuestros editores nunca nos han dicho que sería genial si una protagonista "pudiera ser étnicamente más ambigua" o "más atractiva o flaca".
Mariko: Mi objetivo era (...) explorar ese extraño límite entre los doce y los quince años (dependiendo de quién y de donde eres) en que "las cosas adultas" -palabras, conflictos y responsabilidades- forman cada vez más parte de tu mundo.

(Sobre el color azul / morado)
Jillian: Al principio, solo pensé que se vería bien. Mucho manga vintage se imprime en ese color y queda impresionante. También es apropiado porque lo tiñe todo de una forma ligera e inesperada y no sugiere asociaciones tan fuertes como el sepia o el rosa. Era un color que parecía neutro pero que provoca una reacción emocional diferente.

1 comentario:

  1. Me gustaron ambos comics. La verdad, cogí "he visto ballenas" con un poco de miedo, pero me gustó el abanico de visiones que aporta, aunque luego no de una valoración o haga un juicio de valor. Tal vez por eso me gustó, aunque en general, en la tertulia, la gente lo echó de menos.
    Sobre el segundo comic, muy facil de leer, me recodró un poco a Blankets. La vision de dos primas, que sin querer asociaba con las autoras, una visión de parte de la sociedad americana que no estamos acostumbrados, la "basura blanca". Eso si, para mi, peca de estereotipos y clickes en los personajes, están todos.

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