8 de noviembre de 2019

Selección Oficial Angoulême

Gipi. La tierra de los hijos (La terra dei figli, 2016)
Sélection Officiel 45e Festival de la Bande Dessinée d'Angoulême (2018)
Grand Prix de la Critique de l'Association des journalistes et critiques de bande dessinée (ACBD) 2018
Nick Drnaso. Sabrina (Sabrina, 2018)
Sélection Officiel 46e Festival de la Bande Dessinée d'Angoulême (2019)
Nominación al mejor auto completo. Premios Eisner 2019
The 2018 Longlist. The Man Booker Prize

Antes de sus publicaciones más recientes, Gipi y Nick Drnaso habían sido protagonistas de ediciones previas del Festival International de la Bande Dessinée d'Angoulême. El autor italiano recibió el Premio al mejor álbum en 2006 por Apuntes para una historia de guerra, mientras que el estadounidense fue Premio revelación en 2018 con Beverly.

Además de su éxito, hay otros puntos en común entre las obras elegidas: los temas principales, la experiencia de lectura, el carácter de su narrativa y estilo gráfico e, incluso, la línea temporal: Sabrina se sitúa en el presente histórico y hace referencia a acontecimientos reales contemporáneos, mientras que La tierra de los hijos refleja un futuro posapocalíptico cercano. La primera puede parecer el preludio de la segunda: es fácil pensar que Drnaso está narrando parte de "las causas y los motivos que condujeron al fin".

Las dos analizan nuestras pautas de comunicación interpersonal y el tratamiento social de la información, convertida en entretenimiento de masas y objeto de consumo. En este sentido, las redes sociales son vistas como un síntoma de nuestra sociedad del espectáculo, y no como el origen. Tan estereotipada e inútil a la hora de establecer un vínculo con el otro es la jerga de la tribu del Dios Wapo como algunas de las conversaciones entre Calvin y sus compañeros.
Gipi: "Me parece que la comunicación contemporánea se basa en gran parte en una emotividad de fachada: no hay participación real en los eventos, pero sí reacciones emocionales exageradas. Nos indignamos por unos niños muertos que luego no dejan huellas en nuestras vidas; la gente ataca ferozmente al presunto autor de un crimen, durante dos horas. El sentimiento acaba por encima de la razón, es vomitivo". (¿Acaso no parece estar hablando de Sabrina?).
Nick Drnaso: "No me gusta la sociedad que estamos creando. Espero que en el futuro se advierta a los chavales en el colegio sobre los peligros de la exposición a las redes sociales, y a la información que circula por la Red en general" (aunque en declaraciones posteriores muestra puntos de vista contradictorios). 
Pero también hay esperanza en las historias que nos presentan. Los libros nos unen a otras personas y nos sanan: un diario permite a un hijo recibir la declaración de amor de su padre; un álbum ilustrado infantil se convierte en la primera alternativa al ruido de los conspiranoicos. Y el preocuparse por otros seres (la esclava, la Bruja, un gato, un amigo) es el detonante del cambio. Frente a los mensajes vacíos o alejados de la realidad, hay una reivindicación de los afectos.
Gipi: Quería cambiar muchas cosas con este álbum. Renuncié a los colores, a la voz en off, trabajé de una forma totalmente diferente porque estaba cansado de hablar de mí mismo, directa o indirectamente [...] Es mi obra favorita.
Como la historia tiene algo de primitivo, quería que la técnica utilizada fuese coherente con ello. ¿Cómo encontrarlo? Abandonando los artificios, volviendo a la línea, a la base de la ilustración... En cuanto a los colores, creo que el relato los sugiere. No eran necesarios.
Nick Drnaso: Intento basar las imágenes en lugares reales, aunque, por supuesto, hay claras influencias del mundo del cómic. Últimamente he estado tratando de trasladar sentimientos de ciertas cosas a otras que no tienen nada que ver [...] podría hojear el catálogo de unos viejos grandes almacenes y el esquema de colores de un vestido traerme a la mente una habitación, y un suceso en esa habitación.
Hago las composiciones sobre la marcha a medida que dibujo, dependiendo de lo que tenga sentido en una escena, dónde colocar a los personajes en una habitación, cómo se mueven por ella, cuándo acercarse a una cara. Representar internet era inevitable en esta historia, solo necesitaba averiguar como descomponer el texto y encajarlo en la cuadrícula del libro.
En cuanto al apartado gráfico, parece difícil encontrar dos estilos más opuestos. Sin embargo, ambos están al servicio del mismo objetivo, desnudando sin ambages realidades dolorosas. Las "reglas éticas" de Gipi, en esta ocasión especialmente rígidas, generan imágenes en blanco y negro de trazo sucio, con rostros muy expresivos. Contrastan con las líneas rectas, encuadres, colores pastel planos y falta de expresión emocional de Sabrina. Son dos caminos diferentes para mostrar la misma tensión, las mismas explosiones de violencia, las mismas personas desorientadas para las que los espacios abiertos y fríos son tan limitantes y amenazadores como los cerrados, donde el otro movido por la irracionalidad es demasiadas veces una amenaza.

Se trata, por tanto, de lecturas incómodas. Las historias que cuentan y el estilo elegido generan desasiego en el lector y, convenzan o no, quedan en la memoria. Quizá en parte por ello, la crítica cultural y otros artistas han elogiado de forma unánime ambos relatos y han destacado su similitud con otras obras o autores (La carretera de Cormac McCarthy; Chris Ware, Charles Burns).
Aunque aquí lo importante es qué os han parecido. Por ejemplo, ¿en qué medida su buena recepción se debe a la forma de abordar preocupaciones muy actuales (incomunicación, omnipresencia de las redes sociales, consumo irreflexivo, noticias falsas)?

1 comentario:

  1. Hola a todos, yo ya he leído La tierra de los hijos de Gipi y me ha entusiasmado. Ahora estoy leyendo Sabrina.
    Si os queréis leer la reseña que he hecho en mi blog, la tenéis aquí: http://cuentatelavida.blogspot.com/2019/11/la-tierra-de-los-hijos-de-gipi_13.html

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