
Guerra Fría, drogas, crímenes... En los años sesenta, el sol y las playas de Florida no pueden ocultar algunos secretos.
¿Qué mejor plan para un oscuro sábado de otoño en Pamplona?
- A ellos les preocupan las historias en las que no hay bandos.Las parejas que van añadiéndose a la trama de Saga cuestionan la norma establecida, o muestran algún detalle en su relación que no concuerda con lo que cada modelo social espera de sus miembros. Marko y Alana son el caso más claro, pero también Barr (un abuelo tejedor que cuida a su nieta) y Klara (la abuela guerrera que protege a Hazel) o Upsher y Doff, periodistas homosexuales en una cultura que castiga esa condición.
Gwendolyn: - El comportamiento de Marko ha mancillado la Narración y deshonrado el recuerdo de los soldados que han dado la vida por nuestra luna.Al parecer, nadie recuerda bien los motivos que llevaron a la guerra entre Terravista y Guirnalda. Los contendientes iniciales tomaron pronto conciencia de cómo ninguno de ellos podía desaparecer si deseaban seguir en guerra, por lo que necesitaban externalizar el conflicto e implicar a otras civilizaciones.
La Voluntad: - Estás metida en política, o sea que tienes contactos, o sea que eres rica, o sea que probablemente no te creas esas chorradas patrioteras que te han enseñado a recitar.
Barr: - La niña. ¿Es normal?
Alana: - No, es la hostia de perfecta.
Marko: - ¿Y si el autor está insinuando que la guerra no acabará nunca, que es un ciclo perpetuo de brutalidad sin sentido que solo puede "detenerse" con más guerra?Hazel, la narradora y protagonista, va dejando pequeñas pistas sobre cuál será el futuro del resto de personajes. Y en cada número, Vaughan nos deja con las ganas de saber qué pasará después. Con su uso magistral del "Continuará..." Saga es también una defensa del formato tradicional del comic book mensual y de su capacidad para conectar emocionalmente con los lectores que se acostumbran a leer con regularidad una obra. Esperaremos al cuarto tomo...
- ¡Parece mentira que aún haya explotados y explotadores!
- Pues en nuestros pueblos todavía hay solo explotados.
- Los números no engañan.
- Pero pueden engañar los que los hacen.
Quisiera que mi Arte riera con la risa de los niños, de los buenos, de los sanos y felices; pero como humorista gallego, profunda y sinceramente gallego, tengo que sofocar mi risa ante una realidad que llora.
El dibujo humorístico debe (...) entrar en nuestro mundo interior y modificar nuestros sentimientos para acercarnos al Bien; solo de esa manera será útil.
La posmodernidad (...) tiende a fortificarse contra aquellos que -siguiendo la tendencia intrínseca (...) hacia la desvinculación, la indiferencia y el todo contra todos- amenazan con desenmascarar el potencial suicida de la estrategia llevando su aplicación hasta su lógico extremo.
Zygmunt Bauman, El sueño de pureza (1997)
"Mi modelo es la novela Huckleberry Finn, de Mark Twain: comienza como un relato de aventuras para niños, y muy lentamente la historia se torna compleja.
Los personajes sencillos permiten arrancar con rapidez la historia y la llegada de nuevos personajes complejizarlo todo".
Leí Bone y fue como tener cuatro años otra vez, sentado en el sofá rojo de skay de casa de mi madre. Los personajes tenían una fuerza extraordinaria, parecía que iban en broma pero luego iban en serio, o todo a la vez. Uno vive obsesionado con Moby Dick, otro es un patán, el tercero parece ladino y codicioso. Disfruta metiendo tu nariz y olisqueando sus benditas páginas. Disfruta de algo emocionante, tierno, poderoso, muy extraño, heroico, sensible.
Los 400 golpes de Astiberri 2001-2013, Álex de la Iglesia