10 de mayo de 2015

Pluto

Naoki Urasawa y Takashi Nagasaki, Pluto (2003-2009)
Mejor cómic intergeneracional en el Festival Internacional del Cómic de Angoulême 2011


Aparecido como homenaje a Astroboy, una de las creaciones más famosas de Osamu Tezuka (Zona Negativa publicó una detallada comparación entre el original y esta versión actualizada), Pluto es, durante gran parte del relato, un thriller de ciencia ficción que sigue los pasos del androide que intenta detener a quien está asesinando a los robots más poderosos del planeta.
Urasawa utiliza su reconocible estilo -encuadres cinematográficos, giros argumentales, el papel de la infancia, la acción como desencadenante de conflictos interpersonales- para proponer al principio de la obra una reflexión sobre la posible humanidad y los peligros asociados al desarrollo de la inteligencia artificial. Sin embargo, el tramo final de la obra, que reduce el peso de lo detectivesco y da mayor protagonismo a la geopolítica, tiene un aire mucho más Tezuka, centrándose en determinar qué nos mueve: el odio, la rabia y el dolor o la esperanza y la compasión. El manga comienza hablando sobre la capacidad de los robots para entender y expresar sentimientos genuinos y termina con un análisis ético de la naturaleza humana.

Aunque a Pluto se le puede achacar que es demasiado repetitivo en alguno de sus mecanismos narrativos y que, por eso, la sorpresa deja de ser tal en algún momento del relato, os recomendamos algunas reseñas que coinciden en señalar la calidad del manga y su capacidad para atrapar al lector: Entrecómics, El lector impaciente, La habitación número 26 y, sobre todo, el completo análisis de Ramen para dos.

Naoki Urasawa (Fuchu, 1960) y Takashi Nagasaki (Sendai, 1956) forman la pareja artística más exitosa del manga contemporáneo tras colaborar en Master Keaton, Monster, 20th Century Boys, 21th Century Boys, Pluto y Billy Bat, todos ellos editados ya en castellano.

10 de abril de 2015

Pioneros del cómic

Pionero, ra: 1. Persona que inicia la exploración de nuevas tierras. 2. Persona que da los primeros pasos en alguna actividad humana.
W. R. Hearst

Hacemos coincidir en esta tertulia las obras más representativas de los dos autores que, junto a George Herriman, marcaron la evolución del cómic moderno en los primeros cincuenta años del medio (siempre, claro, que aceptemos el punto de vista tradicional que sitúa a Hogan's Alley como punto de partida).
Ambas creaciones aparecieron como tiras dominicales a página completa y a color en la prensa norteamericana. Mientras que Little Nemo se publicó inicialmente solo en New York Herald, El Príncipe Valiente fue distribuida desde el principio a muchos diarios estadounidenses a través de la agencia King Features Syndicate (se puede acceder en castellano a casi todas las tiras que gestiona en la actualidad), propiedad de W. R. Hearst. A partir de 1911, McCay comenzó a trabajar para el mismo empresario.


Si quieres conocer en profundidad el contexto en el que surgió el cómic moderno, muy relacionado con la expansión de la prensa diaria en Estados Unidos, te recomendamos, además del artículo de Ubaldo C. Boyano en Tebeosfera, el primer tomo de la colección Del tebeo al manga: una historia de los cómics, dedicado a la Edad de Oro; lo puedes encontrar en la Biblioteca de Pamplona-Yamaguchi.


Winsor McCay, Little Nemo in Slumberland (primera época: 1905-1914)

K. Roeder es autora de un reciente libro sobre las relaciones entre Little Nemo, las distintas expresiones de la cultura popular y el modernismo. Señala como influencias y/o coincidencias argumentales (la visita a una mundo exótico seguida del retorno a la realidad), reflejo del interés de la época por la fantasía y lo maravilloso como reacción ante el creciente materialismo, relatos como Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (L. Carroll, 1865), El maravilloso mago de Oz (L. F. Baum, 1900) o Peter Pan (primera representación teatral en 1904).

Barnum & Bailey Circus
Estilísticamente, destaca la relación con los posters del circo Barnum & Bayley, las ilustraciones comerciales de Maxfield Parrish, los parques de atracciones de Coney Island o la película Viaje a la Luna, de G. Méliès (1902).
Además, señala que es el primer autor (después de las frases en el camisón de The Yellow Kid) en hacer explícita y jugar continuamente con la relación entre los distintos elementos del cómic: simetrías y repeticiones, título, viñetas y bocadillos de texto. En los años 40, Will Eisner haría algo similar con The Spirit.
Como muestra el guionista Pepe Gálvez, McCay consigue transmitir la sensación de movimiento con la multiplicación de encuadres y el cambio progresivo en la forma y tamaño de los objetos, e introduce la técnica de la narración subjetiva, expuesta desde el punto de vista del personaje.

Para un análisis en profundidad de la obra y su autor, el libro Little Nemo 1905-2005. Un siglo de sueños es una referencia fundamental. Además, Álvaro Pons, Fernando A. García y Federico Reggiani han escrito interesantes artículos sobre la obra.
Como curiosidades, Google dedicó en 2012 su doodle  a Little Nemo y Art Spiegelman adaptó este mundo imaginario en Sin la sombra de las torres como parte de su denuncia de la actitud de Estados Unidos tras el 11-S.


Harold R. Foster, Prince Valiant in the Days of King Arthur (1937-1971)

Si McCay exploró las posibilidades del cómic para ir más allá de lo real, Foster hizo crecer al medio en una dirección complementaria: ilustrador ante todo, aportó la atención a los detalles y la maestría en el dibujo de paisajes, el estudio de la anatomía y el movimiento humanos, el uso del color... ¡en planchas que medían 70 x 90 cm!
Utilicé una idealizada versión de mi mismo como modelo para Príncipe Valiente. Suprimí lo que no me gustaba y conseguí algo parecido a mi cuerpo, pero con músculos.
(Harold Foster, citado en Del tebeo al manga, vol. 1)

Las aventuras de Val, el príncipe valiente, son narradas por el autor original (luego otros se hicieron cargo de la serie) durante más de treinta años en una novela río, una saga familiar que recuerda las epopeyas clásicas, tanto en la estructura como en el tono de los textos.
En esta serie semanal, el tiempo avanza a la misma velocidad que en el mundo de los lectores, por lo que conocemos a los descendientes del protagonista inicial en un contexto que mezcla las leyendas artúricas, el relato fantástico y versiones libres de hechos históricos desarrollados alrededor del siglo V.
Eduardo Martínez-Pinna sitúa en su artículo la obra dentro de las tendencias estilísticas del cómic de la época, además de señalar algunas influencias gráficas.


Winsor McCay (Ontario, 1867 - New York, 1934) es el autor de tiras de prensa como Little Sammy Sneeze y Dreams of a Rarebit Fiend, donde incluye recursos y temas que explotará definitivamente en Little Nemo in Slumberland.
Fue también un pionero del cine de animación, aunque las presiones de su tiránico editor y el no haber registrado sus hallazgos formales le hayan alejado del reconocimiento general. Se puede acceder a sus cortometrajes fácilmente: Little Nemo (1911), How a Mosquito Operates (1912), Gertie the Dinosaur (1914), The Sinking of the Lusitania (1918), etc.



Harold R. Foster (Halifax, 1892 - Florida, 1982) comenzó a trabajar como ilustrador publicitario a los dieciocho años. En 1929 comienza la adaptación al cómic de Tarzan, el personaje creado por E. R. Burroughs, donde  ejemplifica el naturalismo realista frente a la caricatura humorística que dominaba en la época. Abandona definitivamente la serie cuando recibe, como en su momento McCay, una oferta del magnate de los medios de comunicación W. R. Hearst para iniciar El príncipe valiente. Hasta 1970, fue su único autor, y durante otros diez años colaboró en su continuación con bocetos a lápiz y guiones.

8 de marzo de 2015

Mi amigo Dahmer

Derf Backderf, Mi amigo Dahmer (2012)
Nominada a la mejor novela gráfica en los Premios Ignatz 2012
Premio revelación en el Festival de Angoulême 2014
"Esto reflejaba al verdadero Dahmer, que era poco más que una caricatura.
Si alguna vez tuvo una personalidad, había desaparecido. O interpretaba su papel o estaba borracho o las dos cosas".
Como buen periodista, Backderf intenta dar respuesta a las preguntas adecuadas en esta reconstrucción de los años de instituto de Jeff Dahmer.
Más allá del morbo irresponsable que despertaron sus actos, de los estudios criminológicos, de los debates sobre la importancia de los factores genéticos o ambientales, el que fuera compañero de estudios se interesa por indagar con rigor (de ahí la insistencia en explicitar cómo ha tratado las fuentes documentales) en cuestiones clave.
Interrogantes que tienen la virtud de hacernos reflexionar sobre nosotros mismos como sociedad, en lugar de entretenernos con los asesinatos de una persona con la que (nos repetimos con alivio) no tenemos nada que ver:
¿Quién podría haber hecho algo? ¿Por qué no lo hizo? ¿Cuál es la parte de responsabilidad de cada persona que se cruzó en el camino de Dahmer? ¿Sus compañeros contribuyeron a generar un monstruo? ¿Qué falla en los sistemas educativo y de protección que permite que sucedan cosas así? ¿Realmente nadie sabía nada o no quisieron verlo?
Como señalaba Paris Match, "es una formidable obra sobre América y la soledad de los invisibles en el sistema escolar, arrojados a los márgenes y a veces, sin embargo, afectados por una patología destructiva. Es imposible no pensar, leyendo este libro, en las recientes tragedias de Sandy Hook o Newtown, no volver a pensar, también, en nuestros propios años de instituto".
En el mismo sentido escribe el chileno Rodrigo Costas: "Derf apunta a mostrar cómo el mundo escolar parece totalmente alejado del mundo adulto. En su obra todos los mayores, padres y profesores, parecen encerrados en sus propios conflictos, desentendiéndose siempre de lo que ocurre con los niños y jóvenes de los que están a cargo. ¿Dónde estaban los adultos cuando Dahmer mataba animales? ¿No veían acaso su colección de cadáveres de perros y gatos en el cuarto adjunto a la casa familiar? ¿Cómo no detenían las bromas que se hacían sobre Dahmer y que él soportaba y alentaba a la vez? ¿Cómo no veían que llegaba borracho a clases y que durante el día seguía bebiendo hasta quedarse dormido a la entrada del colegio por las noches?".
El cómic actúa, además, como recordatorio de la necesidad que siempre tenemos del contacto con otras personas, de la importancia de contar con relaciones en la que seamos reconocidos y aceptados tal como somos para poder crecer.

Derf Backderf (Ohio, 1959) es uno de los seudónimos utilizados por el dibujante John Backderf. Hasta el momento, su única obra publicada en castellano es Mi amigo Dahmer.
Es conocido sobre todo por una tira cómica semanal, The City, publicada en cerca de ciento cuarenta revistas norteamericanas.

9 de febrero de 2015

Historia(s) de dos ciudades: Gorazde y Pyongyang


Joe Sacco, Gorazde. Zona protegida (2000).
Guy Delisle, Pyongyang (2003).

Durante 1995 y 1996, Joe Sacco visitó en varias ocasiones Gorazde, donde permaneció cerca de cuatro meses. Guy Delisle completó en 2003 una estancia de ocho semanas en la capital de Corea del Norte. Sus motivos, sus roles profesionales, eran muy distintos: el primero acudía como periodista, mientras que el segundo lo hacía para supervisar la producción de una serie de dibujos animados.

Las ciudades que protagonizan esta tertulia están separadas por 8257 kilómetros, y en apariencia pertenecen a dos mundos sin nada en común. A través de las páginas contemplamos:
  • Una localidad pequeña, poco más que un pueblo que no llegaba a los 30.000 habitantes. La gran urbe con 2’7 millones de personas (¡90 veces más!).
  • Viviendas familiares reconstruidas tras los bombardeos, con apenas espacio para acoger a todos sus miembros. Edificios vacíos y obras gigantescas detenidas en el tiempo.
  • Corredores humanitarios entre montañas, flanqueados por soldados y paramilitares. Autopistas sin vehículos y sin sentido.
  • Jóvenes que se reúnen en cualquier pequeño local para hablar y divertirse. Restaurantes con salas inmensas sin clientes.
  • La incertidumbre sobre el mañana en un contexto de cambio geopolítico acelerado. El día a día inmutable de una dictadura.

Sin embargo, también hay profundas similitudes.
Por ejemplo, ambas ciudades están, durante el tiempo que describen las obras, aisladas -de manera voluntaria o por efecto de la guerra- y a oscuras, metafórica -por la dificultad de acceder a información del exterior- y literalmente -ante la escasez de electricidad, la noche es la protagonista-. El papel social básico de las manifestaciones culturales queda reflejado también en los dos cómics: el choque entre occidente y Corea del Norte se ejemplifica en el desencuentro musical; el deseo de cambio de los musulmanes bosnios se muestra, por ejemplo, en su interés por el mainstream norteamericano, que convive con la expresión de la propia creatividad como válvula de escape.

Los discursos, las cosas que sus habitantes dicen o recuerdan, configuran la realidad. Pueden ser eslóganes impersonales, esperpénticamente positivos, impuestos y repetidos maquinalmente -siempre nos quedará la duda, como a Delisle, de en qué grado  se los creen quienes los pronuncian-. O pueden ser recuerdos personales del dolor, anécdotas amargas y pequeñas visiones de la guerra, testimonios del sufrimiento y gritos de desesperación que acaban generando desconfianza hacia el que se considera diferente.


En cualquier caso, los autores quieren convertir las palabras y lo observado en piezas de un puzzle, encajarlas hasta alcanzar una explicación sobre la ciudad en la que vivieron durante un breve espacio de tiempo. Una interesante reflexión sobre la validez, los límites y el carácter supuestamente novedoso de esta forma de acercarse a la realidad se encuentra aquí.



 



Guy Delisle (Quebec, 1966) ha basado sus obras más conocidas en las experiencias de sus viajes, como en Pyongyang. Por Crónicas de Jerusalén recibió en 2012 el Premio a la Mejor Obra del Salón Internacional del Cómic de Angoulême.




Joe Sacco (Malta, 1960) también ha recorrido el mundo, aunque centrándose en zonas en conflicto, donde ejerce como periodista. Gorazde le valió el Premio Eisner 2001 al mejor autor. Muy recomendable la extensa entrevista publicada en Jot Down.





Más información
Para obtener información actualizada sobre Corea del Norte, puedes visitar la web de Asia Northeast o consultar los análisis sobre la situación política del país que publica FRIDE en esglobal.
La web de ACNUR incluye noticias sobre las consecuencias del conflicto, ya que todavía hay población refugiada. El informe de este organismo de las Naciones Unidas sobre la guerra en Croacia y en Bosnia-Herzegovina incide sobre muchos de los temas citados en el cómic.

29 de diciembre de 2014

En la carretera: Cenizas y Come prima

Álvaro Ortiz, Cenizas (2012)
Premio Dolmen de la crítica 2013 al mejor guión
Alfred, Come prima (2013)
Premio Mejor Obra en el Festival de Angoulême 2014

Coches pequeños e incómodos. Antiguos compañeros de viaje (por la vida) forzados a iniciar, años después, uno nuevo (por carretera), con el deseo de huir o el compromiso como motivos. Horas y kilómetros de asfalto que les conectan con lugares y personas inesperadamente necesarias. Mascotas adorables. Urnas funerarias que obligan a recordar el pasado y guían hacia el futuro. Días y noches para acumular cansancio, desvelar secretos y acercarse a la verdad. Violencia, accidentes, robos y una joven que se convertirá en la llave que da paso a vidas diferentes.

Los dos cómics de esta tertulia comparten todos estos elementos, además de una estructura cuidadosamente planificada, explotando el potencial de las road movies, donde la carretera es el motor de cambio de los personajes. Y es que, cuando se pierden las referencias cotidianas y todo se hace provisional, es más fácil cambiar el punto de vista y atreverse a intentar nuevos caminos.

Pero también hay diferencias claras entre ambos: paisajes y época, marcos de referencia cultural, trazo y tono general de las obras, referencias,  preocupaciones y recorrido vital de los personajes... Sin entrar en matices, dolor vs. nostalgia, neorrealismo vs. serie B, Gipi y David Proudhomme vs. Trondheim y Seth, música popular italiana vs. rock alternativo, madurez vs. final de la juventud. De todo ello daremos buena cuenta en la tertulia.

Álvaro Ortiz (Zaragoza, 1983). Ganador de premios Injuve en 2002 y 2003, nominado como autor revelación (2010) y a la mejor obra de autor español (2013) en el Salón del Cómic de Barcelona, beca AlhóndigaKomik en 2011 y actualmente beca MAEC-AECID.
Cenizas ha sido publicado en España, Alemania y Francia (fue invitado al Festival de Angoulême 2014 para firmar ejemplares de su obra).
En esta interesante entrevista habla en especial del cómic elegido para la tertulia, pero también sobre música, mercado editorial e influencias.

Lionel Papagalli, Alfred (Grenoble, 1976). Tres veces premiado en Angoulême (en 2007 Por qué he matado a Pierre fue seleccionado entre los cinco esenciales del año y recibió el Premio del público), sus obras se mueven entre la autoedición, la adaptación de novelas, el cómic infantil, las performances (es también músico y actor) y la colaboración con conocidos guionistas como David Chauvel y Olivier Ka.

26 de diciembre de 2014

Novedades Cómic diciembre 2014























 

 
Cenizas, de Álvaro Ortiz. Astiberri,  2013. 192 p. Ejemplar dedicado por el autor. Tres amigos que no se ven desde hace años, discutiendo dentro de un coche, con un montón de kilómetros por delante hasta una misteriosa cruz marcada en un mapa: ésa es la premisa de Cenizas, la obra más ambiciosa de Álvaro Ortiz.
Unas extrañas circunstancias propician ese reencuentro surrealista entre Polly, Moho y Piter, que deciden emprender un incierto viaje a un destino más incierto todavía, durante el cual se irán revelando sus personalidades de alto calibre, a las que se unen secundarios de lo más folclóricos.
Encuentros y desencuentros, persecuciones, moteles de carretera, matones barbudos que tocan el banjo, un cementerio de barcos, cerveza a discreción, discusiones, resacas y cierta dosis de violencia y tensión sensual...: una mezcla explosiva entre road movie emocional y thriller gamberro en el que nada es lo que parece. (Reseña de la editorial)



Murderabilia, de Álvaro Ortiz. Astiberri,  2014. 112 p. Malmö Rodríguez no estudia, no trabaja y no busca trabajo. Odia vivir con sus padres y dice querer ser escritor, pero tampoco escribe mucho. Tiene un par de gatos negros heredados de su tío, que acaba de morir de un infarto. Parecen dos gatos corrientes, pero el caso es que alguien está dispuesto a pagar mucho dinero por ellos.
Conocer al comprador, un coleccionista de objetos relacionados con asesinatos y atrocidades varias, instalarse en su entorno –una casa junto al bosque, un motel de carretera, un vecindario cerrado– cambiará su vida drásticamente.
Con Murderabilia, Ortiz profundiza en su particular narrativa y estilo gráfico. Personajes gamberros y variopintos, jóvenes sin rumbo y amantes de la caza se codean en esta historia que combina intriga, humor y drama, y donde no hay que fiarse de los tonos pasteles y de los animalitos amables.(Reseña de la editorial)



Black is beltza, de Fermin Muguruza, Harkaitz Cano y Dr. Alderete. Bang, 2014. 144 p. OCTUBRE DE 1965. La comparsa de gigantes de Pamplona, imagen típica de las fiestas de San Fermín, es invitada a desfilar en la Quinta Avenida de Nueva York. Pero no todos podrán salir: debido a la discriminación racial, las autoridades norteamericanas prohibirán la participación de los dos gigantes negros.
A partir de este hecho histórico, Muguruza, Cano y Alderete construirán el relato de Manex Unanue, uno de los mozos que debía portar a uno de los gigantes negros que, decepcionado con la decisión del resto de compañeros de acatar la orden, decide no volver a casa. La narración cuenta desde la mirada de este joven, los acontecimientos que marcaron la convulsa sociedad de mediados de los sesenta: los disturbios raciales derivados de la muerte de Malcolm X, las excentricidades de los personajes de The Factory, las alianzas entre los servicios secretos cubanos y los Black Panthers estadounidenses, la psicodelia proto-hippie que inundó los festivales musicales de la época, los juegos de intereses de los espías de ambos bandos durante la Guerra Fría
Después de pasar unos años en Cuba donde recibirá entrenamiento diverso y conocer al Ché antes de su viaje a Bolivia, Manex deberá llevar a cabo una misión especial: sacar de los Estados Unidos a un Black Panther que corre el peligro de ser asesinado y llevarlo a la Habana. Para realizarla, no podrá hacer un viaje directo, pues la CIA sospecha que Cuba está implicada en este tipo de acciones incluso en su propio suelo, sino que el recorrido ha de engañar a los agentes de la Compañía que están instalados en todas las partes del mundo.
Una intrigante historia que compagina la ficción con la realidad; habla de amor, de revolución y  de espionaje. Siempre acompañada por una banda sonora como telón de fondo que se manifiesta de manera gráfica y que nos transporta a la época.(Reseña de la editorial)



El Libro verde de El Roto. Reservoir Books, 2014. 112 p. Los dibujos de El Roto son desde hace tiempo el mejor comentario sobre la sociedad contemporánea, a mitad de camino entre el editorial y la denuncia. Una de sus preocupaciones fundamentales es la incompatibilidad entre el modo de vida occidental y la naturaleza, y a ello ha dedicado muchas viñetas brillantísimas. El libro verde de El Roto reúne la mayoría de ellas, con el efecto habitual de su autor de provocar una carcajada sorda y una reflexión preocupada.

 

la Tierra Temprana Es una obra épica de ficción que nos lleva tras los pasos, los relatos y las aventuras de un narrador solitario en su búsqueda del conocimiento y del amor verdadero.
Una obra que contiene multitud de historias, grandes y pequeñas, sobre dioses y monstruos, reyes locos, ancianas y brujas sabias, chamanes, hombres medicina, familias polares, hermanos y hermanas, y sobre los conflictos que se generan entre ellos, el misterio, la mala ciencia, la peor geografía y ¿hemos mencionado ya el amor verdadero?
La crítica asegura que probablemente nos encontremos ante lo mejor que se ha visto desde la invención de la rueda. Tal vez, incluso, desde la invención de los inventos. (Reseña de la editorial)



Bella muerte, de Kelly Sue Deconnick y Emma Ríos. Astiberri, 2014. 160 p. DeConnick y Ríos parten de un western de aspecto clásico para, a continuación, distorsionarlo y convertirlo en algo totalmente nuevo, en donde lo inesperado se convierte en habitual. Bella Muerte es una serie que combina el realismo mágico de Sandman con la brutalidad del western crepuscular de Predicador, y ya esta primera entrega fue nominada a varios premios Eisner en 2014: Sue DeConnick como mejor guionista, Emma Ríos por mejor lápiz/entintado y mejor portada, y Jordie Bellaire en la categoría de mejor color. El primer número, de los 5 comic-books de los que se compone el primer tomo, agotó su tirada inicial de 57.000 ejemplares.
De Connick describe en una entrevista el origen de la historia, basada en los cantares de ciego, de los que le había hablado Emma Ríos: “En nuestro libro hay un par de mendigos que llegan a una especie de mítica ciudad del Oeste y cuentan su historia. Una historia que habla del amor de Albañil por Bella, de su unión y de cómo, tras su matrimonio, Albañil se consume con la idea de que otros hombres admiren a su Bella. Así que –sigue DeConnick– construye una torre de piedra y la encierra en ella. Bella, sin la caricia del viento y el calor del sol empieza a marchitarse y muere. Muerte acude a buscarla, pero también cae hechizado y engendra una hija con ella. Sin embargo, la hija no es suficiente para atarla a nuestro mundo. Muerte se apena y se lleva la niña con ella. Y la cría en el mundo entre los vivos y los muertos para convertirla en un espíritu de venganza y castigar a los que maltratan a los inocentes. La llamamos Ginny”, concluye.
Por su parte, Emma Ríos asegura que necesitaba clavar el tono visceral y poético del guión, y confiesa que, durante meses, se dedicó a ver un western (o una película de samuráis) cada día y que Sergio Leone y Masaki Kobayashi se convirtieron en sus musas, especialmente debido a sus peculiares estéticas y tempos, cercanos a lo onírico. (Reseña de la editorial)



Old Boy. Tomo 1, de Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi. DeBolsillo, 2013. 619 p. Un hombre desaparece una noche y amanece encerrado en una habitación. Solo. Diez años después, sin saber por qué, recupera la libertad. Es la hora de una salvaje venganza.
Hace diez años lo secuestraron. No sabe quién. Durante todo este tiempo ha estado encerrado en una prisión privada. No sabe por qué. Sus únicos contactos con el mundo exterior han sido un televisor y la voz de sus carceleros. Ha perdido la razón. Se ha transformado en alguien diferente. Alguien letal.

Un día despierta y se encuentra al aire libre. Ha llegado la hora de reclamar una terrible venganza. (Reseña de la editorial)



19 de diciembre de 2014

En diciembre, la tertulia se mueve

La ilustradora Angélica López de la Manzanara, que participa en la tertulia de cómics, presentará el lunes 22 de diciembre, a las siete y media de la tarde en la Librería Chundarata, la obra más reciente de Álvaro Ortiz, Murderabilia.

Un prólogo perfecto para la tertulia de enero, en la que, como ya es tradición, leeremos cómics que están relacionados con la ciudad francesa de Angoulême. Uno de ellos será Cenizas, del mismo autor, fruto de su estancia durante 2011-2012 en la Maison des Auteurs.

2 de diciembre de 2014

Novedades Cómic noviembre 2014

¡Qué buena pinta!


Unahistoria, de Gipi. Salamandra,  2014. 126 p. Un hombre de unos cincuenta años, en evidente estado de confusión, ha sido encontrado en una playa y trasladado a un hospital psiquiátrico. Se trata de Silvano Landi, escritor de éxito, que parece no discernir la realidad de la ficción: dibuja compulsivamente dos imágenes recurrentes —una estación de servicio y un gran árbol desnudo— y está obsesionado con el hallazgo de las cartas que su bisabuelo Mauro, soldado durante la Primera Guerra Mundial, escribía a casa desde las trincheras, convencido de que algún día volvería junto a su mujer y su hijo.
Así pues, las dos historias, el presente de Silvano y el pasado de Mauro, se entrelazan y se convierten en unahistoria, el esperado regreso a la novela gráfica del genial Gipi, el autor más admirado de Italia y uno de los talentos más relevantes de este género a nivel mundial. (Reseña de la editorial)



L´amour (El amor sin amor), de Sfar. Fulgencio Pimentel, 2014. ¿Existe el amor después de la muerte? Aun más, ¿existe el amor antes de la muerte? Estas y otras preguntas son abordadas por Joann Sfar en esta fábula moderna sobre lo humano y lo inhumano, los rigores del amor y las servidumbres del deseo, las huellas de la intolerancia y la dicha de la amistad compartida. L’Amour (El amor sin amor) persigue las aventuras sexuales del vampiro Fernand y el resto de personajes sobrenaturales que revolotean a su alrededor como polillas frenéticas alrededor de una bombilla. Joann Sfar dobla la apuesta de Vampir, introduce en la historia nuevos y carismáticos personajes y aboca a todos ellos al paroxismo amatorio. Pero ¿qué es exactamente lo que les hace perder el juicio? ¿Amor? ¿Deseo? ¿Obsesión? ¿O es solo la necesidad de sentirse vivos la que arrastra a unos personajes a los brazos de otros para después separarlos sin misericordia? El dibujante francés, en auténtico estado de gracia, firma aquí una mezcla perfecta de vodevil y espectáculo de fenómenos, dando muestra tanto de su espléndido sentido de la comedia física y dialogada como de su sensibilidad y su comprensión de las pasiones humanas.(Reseña de la editorial)


No puedes besar a quien quieras, de Marzena Sowa y Sandrine Revel. La Cúpula, 2014. Que un niño intente besar a una niña normalmente no tiene nada de particular. Y el que la niña se zafe y envíe a su pequeño amigo a freír espárragos debería ser lo suficientemente banal como para ser un episodio de tantos en las crónicas de una infancia corriente. Pero si una escena como ésta tiene lugar en una escuela de una república socialista durante una sesión de cine propagandístico muchos años antes de que el muro empezara a agrietarse siquiera, tiene todos los ingredientes para convertirse en un drama.
Marzena Sowa y Sandrine Revel firman esta novela gráfica humana y emotiva en la que a través de los ojos de unos niños podemos observar el modo de funcionamiento de una sociedad vertebrada por la paranoia y la obsesión por el control. Una sociedad en la que un simple gesto, incluso el más ínfimo e inocente de la vida cotidiana, puede poner en marcha la despiadada cadena de la vigilancia, el chantaje y la denuncia de manera implacable..(Reseña de la editorial)



Cazador de sonrisas, de Agustín Ferrer. Grafito, 2014. 119 pLa buena vecindad, las barbacoas de fin de semana, la inocencia y la confianza en la palabra dada… El conflicto de Corea ya ha pasado, pero la Guerra Fría vuelve de calentarse a pocos kilómetros de Florida. Y en medio de todo esto Agustín Ferrer Casas da vida en Cazador de sonrisas a un dentista estadounidense a principios de los 60, Herbert F. Dunne.
Un excelente odontólogo, según sus pacientes, el invitado ideal, un padre fantástico, un esposo encantador, Casi perfecto si no fuese por esa falta de empatía por el dolor ajeno…
Sólo la tímida adolescente Alice Edwards, una nueva paciente con una ortodoncia que castiga su sonrisa, llega a descubrir la espiral de obsesiones, drogas y violencia de la que el doctor Dunne intenta redimirse. ¿O acaso tampoco esto es cierto…?. (Reseña de la editorial)




Manabé Shima, de Florent Chavouet. Salamandra, 2014. 141 p. Japón es tanto una isla como un archipiélago. Y entre las cuatro mil islas que lo componen, el artista e ilustrador francés Florent Chavouet escogió una, la apacible y minúscula Manabé (trescientos habitantes, diez vehículos y tres conexiones a internet), para pasar dos meses conviviendo con sus gentes y dibujando.
Como Tokyo Sanpo, su anterior obra, éste es un libro muy personal, una singular combinación de diario y guía, de crónica de aventuras e inventario de curiosidades y de instantes fugaces cazados al vuelo. La vida cotidiana en esta islita de pescadores, cuya atmósfera de calma y serenidad contrasta con el ajetreo de Tokio, emerge aquí con igual intensidad y extravagancia, gracias al interés insaciable de Florent Chavouet, a su ojo para el detalle y su sentido del humor. (Reseña de la editorial)



30 de noviembre de 2014

Kane

Paul Grist, Kane (1993-2001)
Premio Eagle 2000 a la mejor serie británica independiente.

Los seis arcos argumentales de Kane publicados hasta ahora -en una entrevista, el autor aseguraba que el #32 aparecería a finales de 2013, pero...- constituyen un muestrario de las posibilidades del cómic y de las variantes que las imágenes permiten a la hora de narrar una historia -por ejemplo, el capítulo sin palabras que recuerda a los primeros cortos del cine de humor, el episodio narrado desde el coche patrulla o la historia del empleado de banca-.
"Hay cosas que los cómics pueden hacer con brillantez y la gente tiende a no hacerlas porque... tiene que ver con la idea de hacer cómics serios. Una vez que los autores llegan a cierta edad, chocan con la idea de que los cómics están asociados a la infancia. Al mismo tiempo, intentan convencer a los lectores de que pueden ser serios, por lo que no desean nada que recuerde lo que encontraban en los cómics cuando eran niños, que son los elementos más visuales".
Además, Grist explota con inteligencia la estructura seriada, que le permite combinar relatos breves independientes con el desarrollo continuo de la trama y sus personajes, muchos de ellos secundarios recurrentes. Y lo consigue haciendo girar todo alrededor de un mismo suceso: la muerte de uno de los actores principales -que sigue influyendo, más de seis meses después, en los aún vivos- sucede antes del inicio de la obra y es el centro de una revisión constante.
Los continuos saltos entre el pasado y el presente, con escenas unidas por el mismo espacio o situaciones y diálogos similares, aportan información necesaria -matices de personalidad, relaciones y motivaciones previas- para entender los hechos, alimentan la curiosidad del lector y le obligan a seguir pasando las páginas.
"Mi principal preocupación es la historia. No se trata de escribir o dibujar, lo importante es la narración. En lo que te debes fijar es en lo que necesitas para contar la historia: personajes, diálogos y suficiente información de fondo como para que los lectores sepan dónde están los personajes y lo que está pasando".
Kane es también una prueba de que los tópicos y las referencias explícitas a otras obras se pueden utilizar de forma inteligente, añadiendo humor y alejándose de otras copias-pastiches hechas sin talento.
Así, los nombres bíblicos -la ciudad de Nuevo Edén, el protagonista llamado Caín, el Hospital Herodes- aplicados a una villa corrupta recuerdan a algunos relatos de Hammett o de otros clásicos del relato negro. El homenaje a Frank Miller -el falso Ciego es su Daredevil y el Marv de Sin City aparece aquí de forma cómica- y otros personajes del mainstream superheroico -Diario de Guerra, protagonizado por The Punisher, inspira al histriónico cazador de ratas; el Batman de la Edad Dorada se refleja en Megaman; Oscar Darke, con su dualidad moral, recuerda a Kingpin, creado para el universo Marvel en 1967-, al igual que la vida diaria en la comisaría, mostrada en tantas series y películas -Hill Street Blues es la  base más clara-, son alusiones a buenos productos de la cultura de masas.

Paul Grist (Sheffield, 1960) es uno de los más representativos creadores del cómic británico. Al igual que otros muchos (Mike Carey, David Lloyd, Alan Moore, Bryan Talbot) ha combinado el trabajo independiente con la producción para las grandes editoriales del mercado. Sin embargo, es quizá el que más apostó durante gran parte de su carrera por la libertad creativa, generando su propia editorial (Dancing Elephant Press) hasta que comenzó a colaborar con Image Comics.
Se caracteriza por su desigual ritmo de publicación y por semiabandonar sus series (Kane, Jack Staff) para iniciar otros proyectos (Mudman). Esa costumbre de dejar líneas argumentales abiertas genera gran desasosiego en sus lectores.

24 de noviembre de 2014

Cazador de sonrisas

Agustín Ferrer, Cazador de sonrisas (2014)

La tertulia sobre cómic e ilustración de la Biblioteca Pública de Pamplona-Yamaguchi tiene la suerte de contar con Agustín Ferrer en la próxima sesión, en la que hablaremos sobre su obra más reciente, Cazador de sonrisas.
Hay, al menos, cinco buenas razones para animarse a leerlo y disfrutar (mucho) con él:

1. La obra conecta hábilmente con elementos de nuestro imaginario cultural. No hay mejor representación del lado más amable del American way of life que una soleada ciudad de la costa oeste norteamericana en los años 60; gracias al cine, nos resultan familiares el instituto, las barbacoas en el jardín, los coches, el cine de verano, la base militar, el paseo marítimo o los vestidos y peinados de las mujeres... aunque, por supuesto, no estuviésemos ahí hace más de medio siglo.
Por otra parte, cuando el dentista introduce con despreocupación extraños y ruidosos objetos en nuestra boca y no parece demasiado atento al dolor que tememos sufrir, ¿quién no ha pensado que ese tipo se pone mascarilla para que no veamos cómo sonríe?

2. La estructura del cómic, con un hábil manejo de los saltos temporales y de la duración de las escenas, consigue el ritmo de los thrillers clásicos que, mientras presentan un hecho criminal, van incrementando la tensión para captar el interés y emocionar al espectador/lector.
Ferrer utiliza con eficacia el tono de los fondos de las páginas (las calles o gutters entre las viñetas) para marcar las transiciones de la historia. También es destacable el esfuerzo de ambientación política, de vestuario y localizaciones (con sorpresa incluida), que nos ayuda a sumergirnos en el relato.

3. Se trata de una historia negra capaz de despertar la sonrisa gracias al humor irónico e inteligente de los personajes. A pesar de esa oscuridad, las acuarelas y los diálogos están llenos de colores, luz y belleza, de páginas y detalles en los que detener la vista. Diversión de calidad.

4. El personaje principal presenta muchos matices y aparentes contradicciones (¿y quién no las tiene?) en los distintos papeles que desempeña: un amante esposo aficionado a, ejem, la fotografía y las cuerdas; un ciudadano incapaz de sentir empatía y que al mismo tiempo parece preocuparse por quienes le rodean; un dentista atento con los pacientes que sobrepasa de vez en cuando los límites. Todos esos cambios se reflejan en su mirada y su boca, que a veces muestra una sonrisa amable y otras se tensa, enseñando amenazante los dientes.

5. La ilusión y cuidado que la gente de Grafito Editorial y el autor han puesto en esta obra merece que le prestemos atención y que colaboremos para apoyar el crecimiento de sus proyectos.
Tanto el cómic, publicado en octubre de 2014, como su editorial están teniendo una alta repercusión en los medios generalistas (El PaísEl Mundo, Diario de Noticias), además de recibir críticas muy positivas (Jot Down, RTVE, La hora del bocadillo...).

Agustín Ferrer Casas (Pamplona, 1971) se describe a sí mismo y su relación con el cómic en la web de Grafito Editorial. Un listado con los premios recibidos y obras publicadas se encuentra en LinkedIn. Podéis conocer más detalles sobre Cazador de sonrisas, su proceso creativo y otros temas en la entrevista publicada en La Casa de El. ¿Aún quieres saber más?¡Tendrás que venir a la tertulia!